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𝑌𝐴𝐻𝐴𝐶𝐸𝑈𝑁𝐴𝑆𝐸𝑀𝐴𝑁𝐴𝑄𝑈𝐸el verano había dado inicio y con el las vacaciones.
Claro, ya que con el regreso de Lord Voldemort era imposible que me quedara sola. Así que Albus junto a su hermano nos mudamos a una casa en el mundo muggle con piscina.
Por seguridad, ya que como era una visitante de otro universo, no sería muy adecuado que viva sola y más por que Voldemort parecía conocer me─cosa que no comprendo─aparte de Albus y Draco, Aberforth Dumbledore sabe tambien mi historia.
Aberforth puede ser alguien gruñón pero tiene un buen corazón. La mayor parte del tiempo me la paso en la biblioteca leyendo o en la cocina ayudando a Aberforth.
Mientras que a Albus sale muy seguido a quien sabe donde.
Y recordando los últimos acontecimientos desde aquella noche cuando bese a Harry en el ministerio creo que el no recordaba nada de aquello. Aun que no debía esperar algún cambio de su parte. Pero si me siento o me sentía algo dolida por ello. . .
El día esta soleado y me encontraba al pie de la piscina disfrutando del sol mientras leía la correspondencia de mis amigos─aun que ninguna de Harry al parecer─pero una vez al terminar comence a leer el profeta y lo que apareció en primera plana casi hace que grite. . .
“Evento desafortunado para la familia Malfoy”
Ver el rostro de mi amigo todo demacrado hacia que una opresión surguierá en mi pecho. En estos momentos desearía tener la nave y viajar momentos atrás para tan solo ayudar a Draco. Después de todo se lo que se siente que a alguien que quieres este en prisión. . .
─Desafortunado─Aberforth había llegado─Pobre chico, no me imaginó las desgracias por las que pasa
─Cree me que lo se─dije sonriendo levemente─Desearía ayudar lo...si tan solo tuviera la nave podría ayudar lo─dije con sinceridad
