D A W N A N D C H A O S
❝Dicen que el trece es el número de la mala suerte, y tienen que estar en lo cierto, porque adondequiera que voy, ocurren desgracias.❞
𝕰l mal ha regresado a Hawkins. En realidad, nunca...
彡 DAWN AND CHAOS CAPÍTULO TERCERO Steal Away (the Night) (The Hellfire Club, part III)
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Su presencia presenta más dificultades de las que esperaba, porque toda persona que pasa por su lado, conocida o no, se la queda mirando con una sorpresa cercana al miedo. Todos van al gimnasio, donde se celebra la final de baloncesto, así que verla a ella, quieta frente a la puerta de una sala en la que se escuchan extraños gritos y vitoreos, debe ser cuanto menos curioso.
Antes de entrar, se cruzó con Lucas, quien no se lo pensó dos veces antes de parar y saludarla con un abrazo. Qué chico más simpático. A pesar de haberse ido al Lado Oscuro, según Eddie, seguía siendo igual de encantador. Nina supone que para un chico que ha vivido toda su infancia siendo apartado y acosado, es un descanso pertenecer al grupo que tiene poder sobre ese aspecto.
No hablaron demasiado (porque Jason Carver, el capitán del equipo, los miraba con recelo, apartado de ellos— de ella, más bien), pero la charla fue motivadora. «Espero que estés mejor», le había dicho, interrumpiéndose a sí mismo a mitad de un discurso demasiado bien preparado sobre por qué las muñequeras no son tan eficientes como parecen. Nina le dedicó una sonrisa verdadera antes de asentir. «Lo estoy, gracias. Un pajarito me ha dicho que no tocas mucho la pelota», le contestó, a lo que Lucas se llevó una mano al corazón, ofendido. «Eso va a cambiar hoy mismo». Y se marchó entre rápidas despedidas, muchos adioses y ¡suerte en la campaña!
Los chicos le echan de menos, y se nota a leguas que él también los extraña. Ojalá todo fuera más fácil.
❝¿Nina?❞
En las últimas horas, debe haber escuchado su nombre alrededor de quinientas veces, pero ninguna como aquella. La voz conocida la hace temblar efímeramente, y sabe que, al girar la cabeza, Steve Harrington va a estar mirándola con un desconcierto juzgante mayor a cualquier otro. Sin embargo, el percal es distinto. Steve está acompañado por una chica rubia desconocida que intercambia una mirada de confusión con Nina, para luego mirarlo a él.