Prólogo

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Buenos Aires. Es una ciudad que, mal que me pese, es perfecta para llevar la vida que necesito. Rápida, conflictiva, cambiante, heterogénea entre los locales y los extranjeros de su población, demasiado ensimismada para prestarle atención a lo que sea lento y silencioso.

Es el lugar perfecto para que alguien como yo pueda pasar desapercibido si me esfuerzo en no destacar, en ceñirme a un papel de mediocridad constante. Haré lo posible por excluirme de los demás, por hacer eso que todos esperan de mí y ya. Andaré por sus calles pobladas, cruzaré sus calles angostas y sus anchas avenidas, de vez en cuando me tomaré un café (que ricos son...) y conseguiré un trabajo corriente que me mantenga lo más alejado de las personas, siempre que sea posible.

Sí, Buenos Aires servirá.

QuimeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora