- El forense dijo que Steve estaba muy enfermo, que era cuestión de tiempo antes de que falleciera.
- Es mentira, su salud era impecable, apenas el miércoles hable con él y se veía en perfectas condiciones, algo mas debió suceder.
- Yo también lo creo, considerando el estado de putrefacción en el que encontraron su cuerpo parecía como si llevase muerto mas de una semana, además, el cuarto de hotel en el que lo hallaron estaba repleto de moscas.
- Menuda clase de hoteles debía frecuentar el jefe, entonces ¿No?
Dije esto con desvergonzada naturalidad porque después de todo, los "pasatiempos" de Steve eran bien conocidos.
Llevo un par de años trabajando en esta pequeña planta de tratamiento de aguas residuales y aquí todo se sabe, esta no es la primera vez que se suscitan rumores extraños entorno a nuestro estimado jefe.
Eran bien conocidos los encuentros que sostenía con su secretaria en las bodegas subterráneas, algunos afirmaban inclusive, que llevaba ahí a mujeres ajenas a la planta.
Sin embargo esta vez la situación era distinta, su repentina muerte y las extrañas circunstancias de la misma nos tomaron a todos por sorpresa.
Yo no estaba particularmente interesado en el asunto así que no hice mas averiguaciones y volví a mi trabajo. Aunque de haber indagado mas en lo ocurrido quizá me habría salvado de la monstruosa situación que estaba a punto de experimentar.
Mis labores son principalmente nocturnas, no tengo un sueldo fijo, soy más cercano a un esclavo al cual se le asignan las tareas que resultan peligrosas o desagradables para el personal sindicalizado.
La tarde en que nos enteramos de la muerte de Steve muchos de los trabajadores fueron enviados a casa mientras se llevaban acabo las investigaciones en la planta, se creía que la causa de su enfermedad podía haberse originado aquí.
Pero yo no me encontraba enteré esos afortunados, las labores no podían frenarse así, de golpe, y yo, junto con un pequeño grupo, nos mantuvimos en servicio pese a la posible contingencia que se cernía sobre la planta.
Esa misma noche tuve que hacer un recorrido extraoficial en el depósito de residuos sólidos, ubicado en la parte mas profunda de la planta.
Desde hace días se escuchaban ruidos extraños provenientes de aquel lugar y los altos mandos temían por la existencia de fugas que pudiesen contaminar el proceso de filtrado.
Fui a investigar y todo parecía estar marchando con normalidad. Sin embargo, cuando estaba por retirarme noté un bulto escondido tras las tuberías de filtrado.
Alumbré aquel rincón con mi linterna y descubrí un saco enorme de color blanco. Alguno de los trabajadores debió olvidarlo en un descuido o deliberadamente, ocultado algo en su interior. Sin importar si el contenido era basura, ropa, herramientas, pornografía (como ya había tenido el disgusto de hallar en el pasado), o cualquier otra cosa, debía retirarlo para preservar la integridad del área.
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La niña de porcelana y otros cuentos
ParanormalAdemás del cuento «La niña de porcelana» en este libro podrás encontrar diversas historias de fantasmas, monstruos, creepypastas y otras leyendas urbanas.