Los tres caóticos (Traducción)

Capítulo 26 El elogio de los Señores Oscuros (parte 2)

Historia escrita por Darth Malleus y publicada un mes después del estreno de SW: The Force Awakens, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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Janus estaba muerto.

Darth Sidious sintió la muerte del asesino a través de la Fuerza, y no pudo evitar su reacción.

Él sonrió.

Hojas carmesí y moradas destellaron y se desdibujaron mientras chocaban en una ráfaga de golpes que eran casi imposibles de predecir a simple vista. Ese fue el nivel de habilidad y ferocidad que se mostró entre estos dos enemigos.

Sidious desvió una puñalada dirigida a su estómago y le dio una patada en el abdomen de Windu que lo hizo perder el equilibrio y tropezar. Su golpe de seguimiento fue detenido por un chasis medio destruido de un droide de batalla que volaba desde un lado y se estrellaba contra su hombro, lo que obligó al Lord Sith a retroceder para asegurarse de que no perdiera el equilibrio, girando sobre un talón y trayendo su espalda. a su oponente.

Fue solo por unos segundos, para permitirse recuperar el equilibrio, pero fiel a su reputación, el Maestro Windu estaba de pie y corriendo hacia Sidious cuando el Señor Oscuro se dio la vuelta. Ahora estaba a la defensiva, desviando frenéticamente golpe tras golpe mientras retrocedía por el pasillo marcado por el carbón, el suelo cubierto por los cuerpos de los muertos y los restos de los droides.

Finalmente, Palpatine recuperó el equilibrio, bloqueó las espadas con su oponente Jedi y con una repentina oleada de poder lo envió volando por los aires. El repentino empuje de energía ni siquiera detuvo a Mace Windu, quien aterrizó de pie en cuclillas e inmediatamente se movió para cerrar la brecha.

Sidious gruñó con odio, la mano libre descargó una gran ráfaga de rayos de la fuerza que hizo que el Jedi se detuviera antes de arrojarle un cuerpo y varias piezas de droide. El Segundo Presidente colocó el cuerpo sobre él, pero usó su espada encendida para cortar y bloquear las piezas de metal y las uniones mecánicas chispeantes.

Sidious aprovechó la oportunidad para atravesar una de las puertas en ruinas y entrar corriendo en una serie de oficinas que alguna vez pertenecieron a un senador. No sabía quién, pero tampoco le importaba mientras pasaba a través de los cuerpos de los seres conscientes y los restos inmóviles de los droides hasta que entró en la oficina principal, un gran espacio con una gran ventana abierta de transpariacero casi exactamente igual a la de su propia oficina.

El maestro Windu lo siguió obstinadamente, y en el momento en que entró en la oficina principal a través del vestíbulo, Sidious desató una oleada de energía telequinética, levantando partes del cuerpo, piezas de droides, obras de arte, jarrones, muebles, cualquier cosa que no estuviera atornillada, se levantó y arrojó al Maestro Jedi que avanzaba con temerario abandono.

Mace se las arregló para desviar lo peor con un contragolpe más débil, tirando los muebles y los objetos más grandes, pero la cabeza de un droide se estrelló contra su hombro, haciéndolo tambalearse y luego un brazo cortado le golpeó en la cara, la sangre brotó de él. el muñón para salpicarle la frente y los ojos.

El Maestro Jedi gritó de sorpresa y dolor, alzando la mano libre para tratar de limpiar la sangre, pero Sidious había acortado la distancia de inmediato, casi incapaz de creer en su suerte. Aún así, el hombre que se proponía ser el próximo Gran Maestro pudo levantar su sable de luz, desviando un golpe fatal tras otro, pero perdiendo terreno hasta que su espalda estaba contra la pared, esquivó la puñalada de Sidious, pero perdió el equilibrio.