Los tres caóticos (Traducción)

Capitulo 23 La noche más oscura III (parte 3)

Historia escrita por Darth Malleus y publicada un mes después del estreno de SW: The Force Awakens, disfrútenla

Descargo de responsabilidad: no soy dueño de ningún personaje de Star Wars visto, mencionado o usado en esta historia

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La batalla se había disuelto en un cuerpo a cuerpo, los Caballeros y Maestros Jedi se dispersaron entre las filas de droides, los sables de luz destellaron y resplandecieron mientras desviaban el fuego láser y cortaban cuerpos de metal en lluvia de chispas. El salón principal era ahora un campo de batalla en cada centímetro de la superficie y en cada corredor, Jedi enfrentándose a droides en espacios cerrados, cuerpos con túnicas marrones esparcidos entre muchos más cadáveres chispeantes del enemigo.

Aun así, los Jedi siguieron adelante. Yoda estaba a la cabeza, la pequeña criatura antigua era un borrón de movimiento, cortando cualquier cosa hecha de metal con su sable de luz y usando la fuerza para arrojarlos lejos de él. Había seguido adelante, causando estragos y caos dondequiera que iba. En un momento estaba entre la línea principal de Jedi en la planta baja, al siguiente estaba rebotando de pilar en pilar para llegar a uno de los entrepisos de arriba, prestando su fuerza a los defensores asediados hasta que estuvo seguro de que la línea podría mantenerse antes de correr hacia algún otro lugar donde se le necesitaba.

Ver al antiguo Gran Maestro, que le había enseñado cuando era un niño y había enseñado a casi todos los Jedi presentes en algún momento, realizar hazañas tan increíbles fue quizás una de las principales razones por las que su cohesión había durado tanto tiempo. También fue surrealista ver a una criatura así, a quien muchos consideraban un abuelo amable y distante, realizando tales hazañas para mantener la línea y proteger a sus alumnos.

Sin Yoda, la línea se habría roto hace mucho tiempo.

El Maestro Drallig sabía esto cuando se convirtió en el eje de la línea principal de Caballeros y Maestros, ladrando órdenes y asegurando a los hombres y mujeres que estaba al mando. Estaba cansado, el sudor corría por su frente mientras continuaba moviéndose, la espada tejiendo mientras desviaba el fuego láser y cortaba a los enemigos. La línea principal siguió avanzando, la entrada al templo estaba a la vista.

Todavía pueden ganar esto.

Luego, una línea de Droideka rodó sobre los escalones y se desplegó, formando escudos alrededor de sus cuerpos de caparazón y cañones bláster haciendo clic en preparación. Apenas tuvo tiempo de rugir una advertencia antes de que abrieran fuego, y corrientes de energía concentrada salpicaron su línea.

Cayó un Jedi, y luego otro y otro. Fue como la escaramuza inicial de la batalla de nuevo, excepto que esta vez cada rayo que fue desviado se estrelló inofensivamente en escudos en forma de burbuja, dejando los más mínimos rastros de ondas a su paso. Los Droideka pronto avanzaron, sus armas disparando continuamente.

Entonces llegó Yoda. No solo él. La Mastra Yaddle flanqueaba su izquierda y Yarael Poof, mucho más alto, estaba a su derecha. Saltaron justo en el medio de la línea de batalla Droideka, desatando un poderoso empujón de energía que creó otro cráter en el suelo de piedra y envió a los droides a estrellarse contra pilares y paredes. La línea asediada de Jedi, ahora reforzada por Padawan y Caballeros heridos, se acercó a la entrada y logró echar un vistazo al exterior.

El corazón de Cin Drallig se hundió al verlo.

Otra columna de droides B-1 se acercaba a la mitad de los escalones y, desde donde estaba, parecían interminables. Vio otra línea de Droideka rodando como su vanguardia, cerrando la brecha con cada momento. En el aire vio flotar plataformas STAB, pilotadas por B-1 mientras apuntaban con sus cañones a la línea. Otros tanques blindados flotantes aparecieron detrás de ellos, con los cañones apuntando a la entrada.