Capítulo 14

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Capítulo 14

¡Al fin! La última clase acabó, y ya me puedo ir a casa. Últimamente he estado con muchas náuceas por culpa de ya saben quién.

Al encaminarme hacia la salida, una voz me detiene.

- ¡Kat, espera!

Me volteo, y veo a Dave, el amigo matematleta de Nicholas, cargando un montón de libros

-¿Dave? ¿Qué haces aquí?

- Katlynn, te he estado buscando todo el día.

- ¿A mí? ¿Por qué?

- Bueno... seguro recuerdas el incidente en el cuarto del conserje... y...

- Sí, lo recuerdo....

Como olvidar mis días de zorra bien armada...

El chico asiente. ¿Ahora qué?

- Bueno, prometimos que no haríamos "eso" nunca más, pero...

- Oh, no... ya sé hacia dónde va todo esto... mira Dave, eres un chico agradable y todo eso, pero yo...

- No, no es lo que crees, sólo escucha. El baile de graduación se acerca, ya falta menos de un mes, y yo...pues...pensaba que nosotros, ya sabes...

- ¿Quieres ir CONMIGO?- ¿Conmigo? ¿La zorra más grande de la escuela? ¿La chica que lo usó como una torpe marioneta?- No te creo, ¿es broma?

- No, Kat, en serio quiero ir contigo. Verás, ninguna chica aceptó ir conmigo, porque... bueno, soy un estúpido nerd poco famoso, y quería saber si tú aceptabas...

A ver, es ir con Dave, o no ir como tenía planeado, y dejarlo sólo también a él.

Por alguna razón me siento mal porque Dave pase su noche sólo en su casa...

¡Compasión!

Grita mi conciencia.

Pero para cuando me voy a dar cuenta, ya había accedido a su propuesta.

Bien, no es tan malo ir con Dave. Es mil veces mejor que terminar el último semestre de la escuela sola en el sofá comiendo helado y viendo clichés románticos.

- ¡Gracias Katlynn! ¡Me has hecho el chico más feliz del mundo!

Le sonrío a David; su alegría resulta hasta contagiosa.

Ambos nos despedimos, y lo agradezco, porque tengo tantas náuceas que si pasaba un segundo más con Dave, le vomitaba encima.

Camino apresuradamente hacia el baño, tratando de no llamar la atención, sin embargo me obligo a detenerme como a unos diez metros del baño porque todo me empieza a dar vueltas.

Huy, apenas me puedo mantener en pie, y en lo único que pienso es en la suerte que tengo de que no haya nadie en los pasillos.

Pasan varios segundos antes de que me reponga un poco, para seguir caminando al baño.

Cuando sigo caminando, siento que una mano me agarra el brazo por detrás.

- ¿Kat? ¿Eres tú?

Oh cielo santo...esa voz... esa voz que yo creí que no volvería a escuchar...

Me doy la vuelta, y ahí está. Ese cuerpo alto, fuerte, su bonito rostro y su sensual voz.

¡Por favor trágame tierra!

- Yo...

- Katlynn, ¿Qué haces aquí?

- En realidad yo estudio aquí...

¿Diva o Zorra?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora