OBSESIÓN SEXUAL ☆Yutae/ Taeyu☆

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[Pov Taeyong.]

Aun faltaban dos horas para salir, pero yo me puse a arreglarme tranquilamente, hoy tenía que estar perfecto. No bien, ni aceptable, ni siquiera muy bien. Perfecto.

Salí del baño después de haberme embadurnado en crema hidratante. Mi pelo estaba húmedo, y desarreglado y yo únicamente llevaba encima una camisa de vestir blanca de manga larga y desabrochada.

Me tomaba mi tiempo mientras iba de aquí para allá tarareando canciones.

Abrí mi maleta ¿Qué me pongo?

Mientras me decidía fui sacando la plancha del pelo, hoy lo iba a llevar liso, eso si lo tenía claro.

Me senté en el tocador que había en la habitación con todos mis productos para el pelo y el maquillaje encima de la mesa. Empecé a recogerme mechones de pelo con orquillas para ir alisando poco a poco.

¡TOC, TOC, TOC!

Me volví instantáneamente. Con las pintas que tenía no podía abrir... más que nada porque no llevaba nada debajo de esa camisa...

—¡¿Quién es?! —grité.

—Taeyong... soy yo.

Abrí los ojos como platos, luego los entorné sonriendo con autosuficiencia... Como las abejas acuden al polen.

—Hey Yuta, pasa. —dije con tono desenfadado mientras me soltaba el pelo rápidamente y me lo sacudía con ambas manos.

—Emm pero ¿estas presentable? —Yo alcé las cejas ante la pregunta, hombre muy presentable no estaba... pero ahí la gracia. Me miré al espejo y me remojé los labios mientras cruzaba las piernas.

—Lo estoy.

Oí el cierre de la puerta aceptando la tarjeta desde el otro lado. Giré la cabeza y me lo encontré con cara de susto, la boca abierta y rojo, ahí parado en el umbral de la puerta. Rápidamente volvió a cerrar la puerta quedándose fuera.

—¡Yuta! —le grité

—¡Te he preguntado si estabas presentable y te encuentro medio desnudo! —me empecé a reír y me eché ligeramente hacia atrás en la silla.

—Bueno, ¿y que querías?

—Solo era para preguntarte si has visto mi teléfono por ahí, no lo encuentro por ningún sitio. Mira a ver si está por tu cama o algo.

Yo sonreí con malicia, me giré y agarre el teléfonomi hermano de encima de la mesita de noche, sí, se le cayó esta mañana en la cama, después de nuestro "forcejeo"

—No, aquí no está —contesté mientras lo abría y entraba en la agenda.

—Ah, bueno, pues nada, si lo ves por ahí me lo dices. Nos vemos luego abajo idiota.

—Okey —sonreí mientras miraba hacia la puerta, oí como se alejaba por el pasillo.

—A veer, Joy hummm tiene nombre de zorra, borrar. —pulsé la tecla y el contacto desapareció. – ¿Rubia Sexy? — empecé a enojarme, que imbécil Yuta — Pues nada a esta parece no tenerle mucho afecto porque no se acuerda ni del nombre, borrar —Pulsé la tecla. —A ver otraaa...

Y así me pase por lo menos 10 minutos, cuando me cansé (porque la lista era interminable) guardé el teléfono en un cajón y seguí alisándome el pelo.

[....]

10.35 PM

No es por echarme flores pero... guau.