OBSESIÓN SEXUAL ☆Yutae/ Taeyu☆

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[Pov Yuta.]

Después de haber estado soñando cosas rarísimas que no recuerdo muy bien, me desperté.

Fue el suave sonido de una risa lo que me hizo volver del sueño. Me giré en la cama hacia el pasillo mientras parpadeaba varias veces intentando acostumbrar mis ojos a la luz.

El bus se seguía moviendo, quité mi cortina despacio y observé que todas estaban echadas, excepto la de Taeyong.

Estaba acostado boca arriba en su cama, destapado y despierto, con ambas manos sobre su estómago y tamborileaba los dedos de vez en cuando, pude ver que tenía los auriculares puestos. Estaba sonriendo.

Se rió otra vez, más escandalosamente que antes.

¿Qué mierda estaba escuchando para reirse de esa forma? Está loco.

Me moví otra vez en la cama cosa que hizo llamar su atención.

—¡Yuta! —dijo con un tono efusivo, yo debía tener cara de recién levantado vaya, intenté sonreírle pero no se que me salió.

Saltó de su cama y se vino a la mía.

—¿Qué haces? —mi voz era de camionero total, ronca a más no poder, carraspeé un poco al oírme.

—Mira, escucha esto, es genial —se quitó un auricular y me lo puso subiéndome un poco el gorro. Yo intenté enterarme de algo, era gente hablando, los programas estos mañaneros en los que no hacen más que decir tonterias y reírse de todo el mundo. No sabía que mi hermano los escuchase.

Miré a mi hermano que estaba con la vista fija en la pared pero sin verla, concentrado en escuchar lo que decían y con una sonrisa en los labios.

Los del programa soltaron alguna estupidez y Taeyong se empezó a reír como loco, yo solo curvé los labios y desvié la mirada, tenia su gracia pero yo recién levantado no soy buena persona.

—Que buen humor por la mañana — Ambos nos giramos y vimos a Doyoung sentado en su cama mientras se aclaraba un poco.

—Buenos días —soltó Taeyong con efusividad mientras que agitaba su mano de una forma muy graciosa.

—Estan hablando tan alto que no puedo seguir durmiendo. —dijo levantándose.

—¿Pero que hora es? —pregunté con mi más que marcado acento camioneril mañanero.

Taeyong sacó su Ipod del bolsillo de su pantalón y me miró mordiéndose el labio y sonriendo.

—Las ocho y media.

—¡Las ocho... —no pude ni terminar, le fulminé con la mirada mientras él torcía la boca en plan "uy que fallo" — ... ya te vas ¿eh? Largo de aquí, que quiero dormir por lo menos hasta las cinco —me volví dándole la espalda.

—Okey —noté como se levantaba y se marchaba.

Por más que lo intenté no pude volver a dormirme...

Aparecí en el salón poco después, me había puesto una sudadera encima y mis gafas de sol.

Taeyong estaba medio recostado en el sofá con Doyoung al lado. Me miró y sonrió radiantemente, si no hubiese llevado las gafas me hubiese deslumbrado con la blancura inmaculada de sus dientes perfectos.

—Dios ¿estoy viendo bien? —se burlo Doyoung —Yuta se ha levantado temprano por voluntad propia. —Taeyong empezó a reírse. Joder no era algo tan raro, que yo madrugaba algunas veces.