Secrets And Lies: The other nation - ATEEZ

Descubrir

El lugar era pequeño, pero era lo que necesitaban, un lugar discreto que les ayudara a buscar sin pensar en ser descubiertos.

— Esto me trae memorias —. Comentó Yeosang haciendo a Jongho rodar los ojos.

— Yunho y yo vigilaremos esta noche, puede haber algo interesante —. Dijo Seonghwa revisando lo que traía consigo, sabía que su largo abrigo iba a ser de impedimento.

— Puedo vigilar en lugar de Yunho —. Soltó Jongho echando su maleta a una de las camas de la pequeña habitación.

— Yo tengo sueño —. Yeosang ya estaba sentado en una de las camas.

— Es mejor que duerman, no tengo problema con vigilar, cualquier cosa podemos avisarles —. Le aseguró Yunho al rey.

— Pero...

— Jongho, todo está controlado —. Seonghwa salió de la habitación dejando a los otros tres en el lugar. — Debes quedarte aquí.

— ¿Me quiere lejos de vigilar?

Yunho alzó los hombros.

— Tal vez solo quiere hablar conmigo de nuevo — le dijo poniéndose bien su abrigo —. Descansen.

Y se fue detrás de Seonghwa.

A Jongho no le gustaba eso, era un sabor amargo que había estado evitando hace tiempo tener en la boca, era desagradable el pensamiento que le causaba.

Chasqueó la lengua.

— ¿Todo bien? — Le preguntó Yeosang a su esposo.

— Duerme, me quedaré despierto un rato más — Evitó contestar a su pregunta — ¿Tienes frío?

Yeosang lo vio durante unos segundos, su esposo no podía descifrar sus pensamientos, pero el rubio estaba intentando leerlo, saber más allá de lo que su rostro mostraba.

— ¿Puedes quedarte conmigo en lo que duermo?

— Me quedaré cerca de la ventana para...

— Jongho.

— Yeosang.

— ¿Sucede algo? — preguntó acomodándose en la cama, Jongho miró hacia la ventana del lugar.

— No, no sucede nada, ya duerme, vamos, caminamos mucho hoy — Se acercó a Yeosang y le dio un pequeño beso.

El rubio sonrió y tomó su mejilla.

— No me mientas, esta vez solo esperaré a que me lo digas, pero no me hagas eso — Vio como la culpabilidad invadía los ojos de su amado esposo. — Buenas noches.

Jongho asintió.

— Descanse, su majestad.

[...]

Era de noche, pero el cielo dejaba ver hermosas estrellas entre toda su oscuridad, al contrario del lugar donde se encontraban.

El gran cráter era oscuro, como el temible océano, era entrar sin saber si saldrías vivo de nuevo, sin saber cuántos monstruos podrías encontrar entre todo ese mar lleno de maldad y temor, lleno de víctimas que se volvían demonios para poder sobrevivir.

— Los túneles que conducen por toda la ciudad... la dueña del hostal me ha contado que varios grupos han cerrado algunos que conectan con el resto del lugar, ahora los que están libres se encuentran llenos de personas que intentan llegar, puede causar derrumbes — Le dijo Seonghwa al llegar a su lado.

— Si queremos llegar al lugar más bajo de este sitio tendremos que llegar por fuera — Yunho se acercaba al mayor.

— Donde cualquiera nos puede observar, eso me hace pensar que tal vez nos están... — Suspiró — Olvídalo.