005. Familia Jeon + Kim

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Seungkwan y Vernon descubrieron varias cosas al estar esas pocas horas platicando con esos tres chicos. Se dieron cuenta que Mingyu es muy ordenado, le gusta el arte y hacer té, pero especialmente el de canela. También que tiene una relación más allá de la amistad con Wonwoo, o eso piensan. Hablando de el de lentes, es muy maduro y entiende perfectamente como se sienten. Chan es un niño muy cariñoso, que a pesar de tener su misma edad, no pueden evitar tratarlo como si fuera menor. Y por alguna extraña razón estima demasiado a Hansol.

—Seungkwan, ¿está bien tu labio?— preguntó Chan inocentemente al ver un curita en sus comisuras.

—Estoy bien.— contestó con una sonrisa.

—¿Qué te pasó realmente?— preguntó Mingyu haciendo que la atención recayera en Boo, quien se puso nervioso.

—Su mamá lo golpeó.— habló Vernon sin más, los demás se sorprendieron y mantuvieron el silencio durante unos segundos.

—Eso está muy mal, Seungkwan. Debemos de hacer algo.— mencionó el Kim realmente preocupado.

—No pasa nada, de verdad me lo merecía, y en realidad no pasa muy seguido, así que está bien.

—No, eso no está bien. ¿Por qué razón tu madre te golpearía? Eso nadie debe de hacerlo.— mencionó Wonwoo. —¿Tienes más familia a parte de ella?

—Bueno, tengo dos hermanas pero ellas se fueron con mi papá hace unos años.

—¿Ellos saben que te hace esto?

—No lo sé, tal vez no.

Wonwoo y Mingyu se voltearon a ver con duda. Era un tema bastante serio que se salía completamente de sus manos. 

—Pensaremos en algo juntos.— sonrió Mingyu haciendo que Seungkwan también lo hiciera.

—Ahora... ¿Por qué estás aquí? Digo, ya conocemos la historia de Seungkwan.

—En mi casa está un chico que odio. Se volvió novio de mi hermana.— contó Hansol rápido a la pregunta de Chan. Los mayores asintieron lentamente.

—Chicos, ustedes son bienvenidos con nosotros siempre. Trataremos que se sientan mejor y haremos lo que podamos.— habló Wonwoo dando por terminada la platica seria.

A partir de ahí estuvieron jugando, contando chistes, comiendo y bebiendo las ricas bebidas que solo Gyu sabe hacer.

Estar con ellos se sentía como un sueño para los otros dos chicos. La ternura de Chan, lo divertido de Mingyu, lo agradable de Wonwoo. Era realmente una familia.

¿Una familia?

La noche llegó y durmieron todos juntos en la sala llena de almohadas, cobijas y peluches.

Tristemente a la mañana siguiente tenían que ir a la escuela. Se despidieron de Chan y los otros cuatro emprendieron su camino. Al separarse, Mingyu iba hablando con Wonwoo sobre la situación de Seungkwan, y qué podrían hacer al respecto.

—Creo que si hablamos con el papá de Seungkwan pueda irse con él.

—Pero debemos saber porque decidió irse sólo con sus hermanas. También... si él está lejos no creo que Seungkwan quiera dejar a Vernon.

—¿Entonces qué podemos hacer? No podemos simplemente denunciarla.

—Lo sé.— Wonwoo se acomodó en su silla mientras sacaba algunas cosas para empezar la clase. —Antes de hacer algo tenemos que hablarlo con Seungkwan.

Los mayores se sentían un tanto inútiles en ese momento, pues a pesar de tener la iniciativa, no podían hacer algo al respecto tan rápido. Sin embargo se propusieron a encontrar una solución juntos.

No ahora, pero Seungkwan iba a poder vivir en paz.

Al termino de las clases, Wonwoo entró a su casa siendo recibido por un alegre Chan. Su adorado hermano menor.

—¡Te estaba esperando! Encontré una receta para hacer galletas.— mencionó mientras lo llevaba a la cocina y le ofrecía una. —También le hice algunas a Mingyu.

—Están muy ricas, pero Mingyu no suele comer chocolate.— explicó al percibir el gran sabor dulce, que como había dicho, su amigo no acostumbraba consumir.

—Lo sé, por eso también hice de vainilla, con menos azúcar.

Wonwoo sonrió al escucharlo. Era asombroso que Chan conociera tan bien a Mingyu debido al tiempo que pasa con su familia. Desde el día que lo conocieron, la familia Jeon ya lo había aceptado como uno de ellos. Y es que Mingyu tiene tantas cosas buenas que es casi imposible que no te agrade.

Recuerda como lo conoció. Wonwoo duró su primer año de preparatoria como un chico solitario, realmente le era difícil el poder hacer amigos. Tal vez sonaba algo tonto, pero le han dicho que se mira como una persona a la que es complicado acercarse porque parecía grosero, engreído y cuantos más calificativos negativos.

Miraba como el chico popular podía mezclarse entre la gente con tanta facilidad y lo envidiaba. Le hubiera gustado ser como él, alegre, con bella sonrisa y amistoso. Este chico, Kim Mingyu, a pesar de ser amigo de todos tampoco le hablaba a Wonwoo, lo que le hacía pensar si realmente era él quien tenía el problema.

Todo cambió cuando compartió salón con ese chico carismático y empezó a notar al de lentes. Por alguna razón había comenzado a interesarse en él de una manera sorprendente. Siempre buscaba sentarse a su lado, hacer trabajos en equipo, y lo buscaba para poder comer juntos. Aquí Wonwoo se cuestionó si realmente le gustaría ser como él.

Poco a poco y de forma inevitable, se hicieron amigos.

Un día, Wonwoo se preocupó porque faltó a clases durante tres días seguidos y no contestaba sus mensajes. Siguió insistiendo hasta que el otro chico respondió y le dijo que lo visitaría.

Una hora después se aparece Mingyu en la casa Jeon con una expresión totalmente neutra. Incluso la mamá de Wonwoo se preocupó al ver su estado, incluso estaba mucho más delgado y algo pálido. La señora Jeon le preparó un té caliente y preparaba comida especialmente para su invitado, mientras Wonwoo trataba de hablar con él sentándose en la sala.

El Jeon miraba con tristeza a su amigo, quien se mantenía con la cabeza baja y estaba sin decir nada. Wonwoo no sabía que pasaba pero claramente era algo malo.

—No necesitas ser fuerte. Si quieres llorar puedes hacerlo.

Es lo que dijo el de lentes, no tan seguro. Mingyu en ese momento comenzó a sollozar, acercándose a su amigo para abrazarlo. Wonwoo jamás lo había visto llorar, esa escena partía su corazón en miles de pedazos.

Los padres de Wonwoo, y Chan que recién llegaba de la escuela se mantuvieron al margen de la situación, pero estaban listos en caso de tener que hacer algo.

Ese fue el día donde se enteraron que hace poco los padres de Mingyu habían tenido un accidente automovilístico donde ninguno logró salvarse.

Sus tíos se hicieron cargo de sus gastos y vieron que no le faltara nada. Mingyu es sólo un niño pero siempre se portó bien, también su relación con sus padres era buena, así que trataron de hacer todo por el joven Mingyu que incluso después buscó un trabajo simple para tener algo de dinero propio.

Pasaron los meses, y por obra del destino los vecinos de Wonwoo pusieron en venta su casa que los tíos de Mingyu no dudaron en comprar. Era muy pequeña y se veía simple, pero Mingyu estaba más que feliz, prometiendo pagar eso en el futuro.

La familia Jeon era sumamente cercana a Mingyu, y lo agradecía mucho.

—¿Qué haces? ¡Vamos con Mingyu!— gritó Chan desde la entrada de la casa, su voz era tan fuerte que asustó a su hermano mayor haciendo que corriera a él.

𝙑𝙞𝙙𝙖 𝘿𝙚𝙨𝙚𝙖𝙙𝙖 | ᵛᵉʳᵏʷᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora