015. Tiempo

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Últimamente Wonwoo y Mingyu estaban muy ocupados y no pasaban tanto tiempo con ellos como de costumbre, eso se debía a que próximamente se estarían graduando y tenían papeles que arreglar y tareas que terminar, sin contar sus estudios para el examen de la universidad.

El que estaba más emocionado estos días era Chan, porque iniciaría su segundo año junto a sus amigos de manera presencial. Y en realidad, no tenía miedo, porque aunque no estarían Mingyu y su hermano para cuidarlo, tenía a tres personas más con él.

El día de la graduación llegó, y entre las sillas del público se encontraban los tíos de Mingyu, los padres de Wonwoo, Chan, Seungkwan y Vernon. 

Cuando la ceremonia acababa y los alumnos comenzaban a lanzar sus birretes, pudieron presenciar una linda escena con los recién graduados. Mingyu tomó a Wonwoo por la cintura y lo levantó para dar vueltas con él, luego se dieron un pequeño y rápido beso en los labios para seguir abrazándose, tratando de disimular lo que habían hecho, aunque todos los que iban con ellos los hubieran visto.

A partir de este momento hubieron unos pequeños cambios en sus vidas. Mingyu seguía trabajando para él y Seungkwan, este último se encargaba de mantener su hogar y siempre tenía comida y té para cuando Mingyu regresara del trabajo y de la escuela. Vernon los visitaba menos, pero estaban bien con eso. En la familia Jeon no había tantos cambios, solo que los padres se tuvieron que acostumbrar a la idea de que su hijo menor regresaría a la escuela después de casi un año. Chan y Seungkwan se iban juntos, topándose a Vernon en el camino y luego seguían los tres.

Chan estaba feliz de ver de nuevo a Hoshi en la escuela, y de vez en cuando se juntaba con sus otros amigos. Y finalmente, estaba viviendo la preparatoria que tanto deseó.

Entró al club de baile justo como lo había planeado en un principio y se sorprendió al confirmar lo que Soonyoung le dijo; que era tan importante en el club que es como si fuera su líder (pero sin serlo porque no era de último año). 

Algo totalmente inesperado pasó en la vida del inocente Chan, y es que conoció a una linda niña en su salón. Y era muy poco decir que realmente le gustaba. Su nombre es Yeeun, una niña de cabello oscuro y corto. Tan amable y cariñosa que Chan no lo podía creer. Aunque se sintiera tímido, hizo de todo para poder acercarse a ella.

En un nuevo año, habían muchos nuevos alumnos. Vernon dejó de ser tan lejano a sus compañeros y estaba dispuesto a hacer amigos. Conoció a un chico de nombre Joshua, que nació en Los Ángeles, a veces cuando estaba con él hablaban en inglés porque era el idioma con el que Joshua se sentía más cómodo, de igual manera también le ayudaba a practicar su coreano correctamente.

Seungkwan se hizo cercano a Seokmin, que aunque ya lo conocía, jamás habían hablado hasta ahora. Descubrieron que tienen muchos gustos en común, y gracias a sus personalidades rápidamente se hicieron amigos.

Después de un gran día de escuela, Vernon y Seungkwan llegaban a la habitación del segundo mientras Chwe se aventaba sobre la cama. Boo fue a su armario para quitarse el uniforme y ponerse ropa cómoda.

—Hoy Seokmin se metió un borrador a la nariz y no podía sacarlo.— comentó con gracia Boo, desabrochando su camisa.

—Menos mal no fue un lápiz. Esa vez pudo haber muerto.— agregó también riendo.

Cuando Seungkwan se terminó de poner una camiseta cómoda sintió como dos brazos lo envolvían desde la espalda. Obviamente era Vernon abrazándolo. Ponía su cabeza entre el cuello y hombro ajeno.

—¿Estás cansado?— preguntó Boo, en modo de respuesta el otro chico asintió con la cabeza. —Entonces cámbiate y vamos a acostarnos un rato.

Sintió como empezó a negar, pero claramente iba a hacer lo que le dijeron. En lo que Seungkwan acomodaba sus mochilas, Vernon se quitaba el uniforme para ponerse un cambio de ropa que había dejado en la habitación de Kwan. Ya que a veces se quedaba, pensaron que sería una buena idea que dejara un poco de su ropa ahí.

Vernon se sentó esperando a que el otro se desocupara, cuando Boo lo notó se acercó terminando en un abrazo.

Hansol estaba cómodo, pero Seungkwan se comenzaba a cansar de estar de pie. Movió un poco al otro chico para hacerse espacio y poder sentarse también, con las piernas cruzadas sobre la cama.

—Hace un tiempo dijiste que me contarías algo.

—Ah, cierto. Pero será luego, estoy cansado.— contestó Vernon, acostándose en la cama como si fuera a dormir. Seungkwan hizo una mueca.

—Siempre me dices eso. Comienzo a pensar que no hay nada que contarme.— Hansol abrió los ojos y se topó con los de Boo, quien se había acostado a su lado.

—¿Recuerdas cuando te conté que tal vez me gustaba alguien?— soltó de repente. Cuando vio que el otro asintió, siguió. —Bueno, es que realmente me gusta.

—¿Después de casi un año te sigue gustando? Dios mio, que gran corazón tienes, eh.

—A mi me sorprende que a ti no te haya gustado nadie. ¿Es eso o no me tienes confianza?

—Supongo que no te tengo confianza, porque hablo mucho con Mingyu sobre estas cosas.— mencionó Boo riendo.

—Como lo supuse. Entonces no hablaré más contigo e iré con Wonwoo.

—No seas así.— Seungkwan agarró los hombros de Vernon cuando este se giró para darle la espalda, y comenzó a sacudirlo sutilmente mientras la habitación se llenaba de pequeñas risas de parte de ambos. —Eres la persona a la que más confianza le tengo.

—Lo sé.— respondió Chwe, girando de nuevo hacia Boo. —Y tu eres la persona que más cariño le tengo.

—Eres la persona más cercana a mi.

—Eres la persona que más quiero.

—Tu eres la persona que más amo.

—También te amo.— Hansol tomó con ambas manos el rostro ajeno y lo acercó para dejar un beso sobre su frente, de una manera ruda que hizo que Kwan se quejara.

—No creo que me ames mucho.— dijo mientras sobaba con dramatismo su frente.

—Creo que nadie te ama como yo.— le contestó juguetón con una sonrisa.

—Posiblemente. Pero... hazlo de nuevo.

—¿Qué cosa?— Boo acercó su frente y Vernon soltó una risa al entenderlo. Volvió a tomar su rostro pero esta vez con más delicadeza, dejó un suave beso en su frente y después uno en su mejilla derecha.

En este momento, todo se sentía bien entre ambos. Indirectamente ambos habían confesado su amor el uno por el otro, y estaban consientes de ello. 

Estaban felices porque lograron hablar mejor sobre sus sentimientos, y sobre todo, por todo lo que habían pasado juntos y aún así seguían juntos. Porque cada suceso solo los hacía más fuertes, y sabían que no se iban a dejar atrás. Siempre apoyarse, darse consejos y vivir uno a lado del otro, es lo que siempre se prometieron y que jamás olvidarían. 

𝙑𝙞𝙙𝙖 𝘿𝙚𝙨𝙚𝙖𝙙𝙖 | ᵛᵉʳᵏʷᵃⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora