Shirou Emiya no estaba preparado para la Torre del Reloj. Le faltaban aproximadamente siete años de experiencia necesarios para hacer algo de valor allí, y el intento de enseñarle estaba recortando el tiempo de investigación de Rin. Así que Zelretch...
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"Me pregunto dónde está Onii-chan". Illya dijo mientras bajaban varios tramos de escaleras desde la Sala de los Menesteres, donde Iris les había preparado un almuerzo tardío.
Se estaba haciendo tarde y mientras Kiritsugu e Irisviel estaban ocupados con las reuniones para la posible cura del hombre lobo, no habían podido encontrar a Shirou por ninguna parte.
"Probablemente solo esté trabajando en algo. Tiende a perder la noción del tiempo cada vez que se enfoca en algo". dijo Iris, sonando más segura de lo que estaba.
No estaba exactamente preocupada. Si alguien podía cuidar de sí mismo, era Shirou. Pero era inusual para ellos no tener ni siquiera una idea aproximada de dónde estaba.
"Ha llegado tarde a clase antes porque se distrajo demasiado con la lectura o algo así. Es el tipo de persona que se pierde en sus propios pensamientos de vez en cuando". Iris dijo.
"Me he dado cuenta." Illya se rió.
"Pero solo con un pensamiento profundo podemos explorar los caminos que nos llevarán una vez más a la magia antigua". Una de las pinturas al lado de ellos comenzó a decir. La pintura representaba a un hombre barbudo vestido con una bata de baño azul esponjosa y estaba ubicada entre el tercer y cuarto piso junto a la escalera. "¡Deben cerrar sus sentidos y abrirse a los arcanos mayores!"
"Otro loco". Iris dijo, acostumbrada a pintar ocasionalmente gritando tonterías a la gente. Aunque se sorprendió cuando miró de quién se suponía que era la pintura y descubrió que era una pintura de nada menos que el gran Merlín mismo. "¿Se supone que ese es Merlín?"
"Probablemente no." Illya dijo con un movimiento de cabeza. "La mayoría de las pinturas son solo imaginaciones de artistas de cómo era el antiguo ídolo. Y las personas en ellas no actúan necesariamente como actuaron las personas reales que las inspiraron, simplemente actúan de la forma en que la persona que lanzó el amuleto quería que actuaran. Quiero decir, has visto la foto de onii-chan en el periódico, ¿verdad?
Iris recordó la imagen del niño con una espada que se había esforzado demasiado por llamar la atención de la gente, que actuaba aún menos como el Shirou que conocían que Senjo. "Usted tiene razón."
