Capítulo 8 Un enamoramiento repentino.

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Las palabras de Cristal me daban vueltas y vueltas en la cabeza. Alex estaba muriendo lentamente y no podíamos hacer nada. Por otro lado también estaba lo que me había dicho, que Alex y Alicia estaban "Escondidos" Eso era raro, tan raro como la enfermedad de Alex, no parecía una persona enferma. Yo parecía más enferma que él. El chico se veía bien de salud y estaba fuerte, lo demostró el día en que me cargó hasta su piso. En ningún momento pareció agotado. Quizás sólo me estaba haciendo suposiciones en mi desesperación por encontrar una luz en medio de toda esa tristeza que estaba sintiendo, porque de algo estaba segura, prefería mil veces que me estuviera mintiendo con respecto a su enfermedad y no que muriera. Otra cosa que me estaba quitando el sueño era esa chica, Cristal. ¿Tan importante era para él como para quedarse en su casa? ¿y si aún sentía algo por ella?

—Mise, necesito hablar contigo. —Mi hermano me habló atorandose como pudo a mi lado en el sofá. Yo estaba acostada viendo la tv o al menos estaba fingiendo que la veía. Mi mente estaba saturada de información como para almacenar contenido televisivo.

—Habla.

—Es complicado decirte esto puesto que conoces a esa persona y de la nada surgió este sentimiento.

—¿Sentimientos por quién?

—Dejame terminar —Puso los ojos en blanco —Lo que pasa es que la convivencia con algunas personas trae consigo sentimientos que no se si son recíprocos ni correspondidos. Es extraño..

Me puse de pie frustrada —¡Que digas de una ves que te pasa!

Piter se encogió de hombros y miró a los lados apenado —Creo que me gusta Ethan.

Shock, incredulidad y mas shock.
Por un minuto permanecí en silencio procesando sus palabras. Creía que le gustaba ¿Ethan? ¿Cómo puede ser posible?
Reaccioné cuando me di cuenta que esas preguntas las debía decir en voz alta. —¿Ethan?

—No me vas a venir con que eres homofóbica.

—¡Eh claro que no! Sólo me parece raro. O sea Ethan es mayor que tú y además es mi mejor amigo y, es mayor que tú y...

—Es tu mejor amigo, no veo lógica a eso, el amor no tiene edad Miseria.

—Piter tiene razón, el amor no tiene edad —Dijo Ethan entrando por la puerta de la sala. mi hermano y yo nos miramos horrorizados pero el pareció no percibirlo. —A menos que sea un anciano con un niño y ahí si es pedófila y el anciano irá a la cárcel. —Bromeó y Piter y yo comenzamos a reírnos como dos locos.

—Ustedes están raros. —Nos dijo fulminándonos con la mirada.

—¿Raros? Aquí no hay nada raro o si Piter. ¿Piter? —Miré detrás de mi y ya el chico se había ido.
Sólo eso me faltaba, por un lado los problemas con Alex y ahora sumarle mi hermano, un adolescente hormonal enamorado de mi mejor amigo. Definitivamente esas no eran las vacaciones que tenía en mente.

—Mise, llamó tu abuela hace un rato. —La voz de mi madre me sacó del shock al que me había sometido mi  querido hermano. —Dice que este año quiere celebrar su cumpleaños por todo lo alto y nos quiere a nosotros con ella.

—¿Qué? No quiero ir a ningún lugar. Mejor ve con Piter como siempre últimamente.

—No te lo estoy preguntando, te estoy informando que iremos mañana a la casa de mis padres. —Dijo las últimas palabras con ironía —Asi que mueve el trasero y ponte a preparar la ropa que vas a llevar. Ah, lo olvidaba, Lía puede venir con nosotros, si es que quiere ir al fin del mundo.

De pronto una idea se me cruzó por la cabeza pero debía disimular para que no se diera cuenta de nada.

—¿Mamá?

—¿Si?

—Últimamente he notado que el hijo de Alicia vive encerrado en casa, al pobre chico le hace falta salir pero no tiene muchos amigos que digamos.

—Él va con nosotros.. —Respondió restándole importancia mientras iba hacia la cocina así que la seguí a toda prisa.

—¿Qué? ¿Cómo que va con nosotros?

—Si Miseria, la idea fue de Ethan y Piter, los pobres no se quieren aburrir allá y tienen razón, muestras más gente mejor. Ya yo hablé con Alex y aceptó, él si es un chico encantador...

—Espera un momento. ¿Ethan, Piter y Alex ya lo sabían? ¡Cuándo me pensaban contar, cuando estuvieran en el auto!

—Que pesada eres con las preguntas, no te contamos porque te conocemos y sabemos como eres con este tipo de eventos familiares. Además sólo es un fin de semana, tampoco es que nos vamos a pasar una semana allá, dios me libre.

Agobiada cerré los ojos, conté hasta mil y salí de la cocina. Debía invitar a Lía para que me apoyara, ella conocía a mi querida familia y sus peculiares sentidos del humor. Además, llevaba casi un año sin visitarlos ¿Por qué? Esa respuesta la sabrán en cuanto llegue a la casa de mis abuelos. Ahora bien. ¿Si Alex nos iba a acompañar significaba que dejaría a Cristal en su casa para ir con nosotros a la casa de mis abuelos? ¿Tan importante era yo para él? Definitivamente mi chico de ojos azules me estaba aclarando que yo encabezaba su lista de prioridades y eso era maravilloso. De igual forma en ese viaje podían suceder muchas cosas y costara lo que costara debía lograr que Alex cambiara de opinión o al menos que me aclarara por qué no se quería operar.

El chico del segundo B  ( Parte II ) © √ Sin editar. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora