𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓸𝓷𝓬𝓮

798 57 7
                                    

—Capitulo once Quidditch

—¡Es el partido!—dijo James interrumpiendo su lectura con emoción

CUANDO empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío.
Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo
y el lago parecía de acero congelado. Cada mañana, el parque aparecía
cubierto de escarcha. Por las ventanas de arriba veían a Hagrid descongelando las escobas en el campo de quidditch, enfundado en un enorme
abrigo de piel de topo, guantes de pelo de conejo y enormes botas de
piel de castor.

Iba a comenzar la temporada de quidditch. Aquel sábado, Harry
jugaría su primer partido, después de semanas de entrenamiento: Gryffindor contra Slytherin.

¡Sii!—chilló James

Si Gryffindor ganaba, pasarían a ser segundos
en el campeonato de las casas.
Casi nadie había visto jugar a Harry, porque Wood había decidido
que sería su arma secreta. Harry también debía mantenerlo en secreto.
Pero la noticia de que iba a jugar como buscador se había filtrado, y
Harry no sabía qué era peor: que le dijeran que lo haría muy bien o que
sería un desastre.
Era realmente una suerte que Harry tuviera a Hermione y Cassi como amigas.
No sabía cómo habría terminado todos sus deberes sin la ayuda de ellas,

—Y no solo en ese momento déjenme decirles—dijo Cassi

con todo el entrenamiento de quidditch que Wood le exigía. La Hermione
también le había prestado Quidditch a través de los tiempos, que resultó
ser un libro muy interesante.

¡Verdad que sí!—dijo la versión joven de Sirius

Harry se enteró de que había setecientas formas de cometer una falta
y de que todas se habían consignado durante los Mundiales de 1473; que
los buscadores eran habitualmente los jugadores más pequeños y veloces, y que los accidentes más graves les sucedían a ellos; que, aunque la
gente no moría jugando al quidditch, se sabía de árbitros que habían desaparecido, para reaparecer meses después en el desierto del Sahara.

—Hay Dios—dijo la señora Evans

Hermione se había vuelto un poco más flexible en lo que se refería a
quebrantar las reglas, desde que Harry y Ron la salvaron del monstruo, y
era mucho más agradable.

—¡Hermione!—exclamó Sirius joven con un tono de sorpresa, haciendo sonrojar a la chica

—Señor Potter, señor Weasley, ya pervirtieron a la señorita Granger—exclamó Minnie

—Pero

—Exacto, Potter y Weasley, nos pervirtieron, yo que era un alma pura y tranquila—dijo Cassi, haciendo que Remus del futuro riera—pero... De que te ríes

—¿Pura?¿Tranquila?—preguntó incrédulo

—¡Papá! Hazles creer que sí—reclamó la ojigris

—Pero es mentira, si saliste igual que Sirius—dijo Remus mayor

—Ey Ey, a mí no me metan—respondió Black

El día anterior al primer partido de Harry los cuatro estaban fuera, en el patio helado, durante un recreo, y Cassi,
había hecho aparecer un brillante fuego azul, que podían llevar con ellos, en un frasco de mermelada.

𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐘 𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora