𝓟𝓻𝓸𝓵𝓸𝓰𝓸

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Hogwarts, Gran comedor 1975

En la mesa de Gryffindor, 4 chicos de 5 año desayunaban mientras planeaban su siguiente broma.

-Vamos Moony solo una bromita chiquita si?-dijo un chico de pelo negro y ojos grises

-Padfoot, recién salimos de un castigo y ya quieres otro?-respondió otro chico con cicatrices en el rostro

-Nadie dijo que nos tenían que descubrir-esta vez habló un chico con cabello descontrolado color azabache y lentes

-Prongs, la última vez que hicimos una "bromita"-hizo comillas con su dedos-Lily no me preguntes cómo se vió involucrada, y si antes no te soportaba ahora no te quiere ver ni en pintura-respondió el mismo chico de las cicatrices para luego seguir con su desayuno

A lado de ellos un chico rubio miraba a sus amigos discutir en silencio mientras también terminaba su desayuno.

Más allá en la mesa de Slytherin un chico de ojos grises y pelo negro parecido al de la mesa de Gryffindor, miraba a su hermano cómo "peleaba" con el chico de cicatrices por valla Merlin y Salazar saber que.

La verdad no sabía si era el único que se daba cuenta, pero su hermano y su "amigo" tenían una gran química y al menos al ojigris se le notaba que le gustaba el otro chico.

El había escuchado a su hermano un par de veces hablar sobre sus mejores amigos y veía cómo sus ojos se iluminaban al mencionar al chico obsesionado con el chocolate y con cicatrices (que según las palabras de su hermano) lo hacían lucir más.

No era secreto en Hogwarts la orientación de los dos chicos por lo que estaba seguro que muchos estudiantes más notaban esa tensión entre los dos amigos.

Regresando con los Gryffindor, el azabache aseguraba a sus amigos que cierta pelirroja lo amaba solo que aún no se atrevía a admitirlo.

Mientras que los otros chicos solo asentían con la cabeza sin prestarle mucha atención, la verdad ya estaban acostumbrados.

Desde el primer momento en dónde el chico de lentes vió a la niña de cabellos rojos y ojos verdes cuál esmeraldas, el primer día que llegaron a Hogwarts, quedó completamente flechado, desde entonces se a encargado de dejarle en claro a la chica su amor, aunque claro, su mala reputación hacía que la pelirroja no le creyera ni lo tomara enserio.

Se trataba de nada más y nada menos que Lily Evans una chica de quinto de la casa Gryffindor, la cuál según las palabras de el azabache y un chico de pelo grasiento Slytherin, era la chica más linda que había pisado Hogwarts.

La bruja más inteligente de su generación, hija de familia Muggle aunque eso al de lentes no le importaba, su carisma, su carácter, esa sonrisa que ilumina los pasillos de Hogwarts, esos ojos que hipnotizan a cualquiera, el cómo frunce el seño cuando leé, cómo...

-¡James!-grito el ojigris para llamar la atención de su amigo

-¡¿Que?!-respondió Potter asustado

-Ya entendimos amas a Evans ahora callate-reprochó el mismo ojigris al ver que su "hermano" hablaba casi inconscientemente de la pelirroja

No muy lejos del grupo de amigos estaban 3 amigas las cuales lograron escuchar toda la conversación

-oh Merlin-se lamentaba la famosa pelirroja-tragame tierra

-Y que te escupa en los brazos de Potter-le respondió burlona su rubia amiga

-¡Marlene!-la reprendió la misma pelirroja

-Lily creo que es hora de admitir que Potter te gusta-le dijo muy calmada una pelinegra a la chica

-No no no no no-negó-además a cuantas chicas más no les ha dicho eso-dijo mientras terminaba su desayuno

-si creer eso te deja dormir-concluyo la rubia mientras se alzaba de hombros

Después de eso todo parecía estar muy tranquilo, hasta que de la nada una gran y cegadora luz blanca apareció en medio del gran comedor, tan fuerte que todos tuvieron que cerrar los ojos para que estos no fueran lastimados por el brillo.

Tanto maestros cómo alumnos tomaron sus varitas y apuntaron hacía dónde antes estaba la luz y ahora uno 7 extraños libros.

Todos sin saber de dónde venían o quién los puso ahí empezaron a verse unos a otros, tratando de encontrar al responsable sin éxito.

El director del colegio Albus Dumbledore, se acercó lento y cuidadoso a los libros, hizo un par de hechizos para asegurarse de que fueran seguros y regreso a su lugar.

El director observaba mientras ojeaba un par de hojas, los demás alumnos y profesores estaban impacientes por saber que contenían aquellos libros.

-Bueno queridos alumnos y profesores-habló por fin el director-estuve revisando rápidamente uno de estos libros, y según la nota que viene dentro-saco un pedazo de pergamino que se encontraba dentro de uno de los libros-se trata de unos estudiantes del futuro

Todo el gran comedor se llenó de murmullos unos de sorpresa y otros de preocupación, los cuales cesaron en el momento en el que el director siguió hablando

-No nos explica mucho-continuó-solo nos pide leerlos, al parecer muchas cosas-intento buscar una palabra adecuada para no alarmar a los alumnos-interesantes pasaran en los próximos años y ellos quieren que ciertos sucesos desagradables sean evitados-en eso una chica de séptimo de Ravenclaw alzó la mano-¿Si?

-Eso no es... ¿Peligroso?, digo tal vez si se resuelvan esos problemas pero... si otros sucesos que no deberían ser cambiados... ¿cambian?-habló la chica con preocupación-a lo mejor alguien de su tiempo no nazca o peor.

-Si, esa parte viene aclarada en la nota con letras grandes, eso ya fue pensado y llevan cierto tiempo planeando todo, ellos se encargarán de eso; aún así me tomaré la libertad de examinar con más detalle estos curiosos libros, mientras tanto ustedes deberían ir a sus clases, la mejor manera de prepararse para lo que viene es aprendiendo.

Y así fué, el director camino a su oficina, mientras que los alumnos y maestros se dirijan a sus aulas correspondientes.

Nadie sabía con exactitud que era lo que se les aproximaba sobre todo un azabache y una pelirroja, quien diría que la vida puede dar giros inesperados.

𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐘 𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora