𝐇𝐀𝐑𝐑𝐘 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐘 𝐄𝐋 𝐕𝐈𝐀𝐉𝐄 𝐄𝐍 𝐄𝐋 𝐓𝐈𝐄𝐌𝐏𝐎 (CORRIGIENDO)

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼

Hogwarts 1975

Ya estaban todos o bueno la mayoría en el gran comedor esperando la continuación la lectura.

—Por qué tardan tanto—preguntó la ojigris mientras miraba la entrada del gran comedor.

—¿Tienes alguna idea de dónde podrían estar?—preguntó el novio de la chica

—Tal vez podrías ir a buscarlos—dijo el pelirrojo

—...Saben? Olvidenlo—dijo la ojigris teniendo una idea de que podían estar haciendo sus padres—mejor los esperamos aquí sentaditos con un desayuno feliz, tranquilo y libre de traumas.

El de cicatrices al parecer logró entender, porque enseguida volteo el rostro ligeramente sonrojado

A los pocos minutos la pareja entró al gran comedor hablando muy normal cómo si nada hubiera pasado.

—Al fin—dijo la hija de aquella pareja

—Shhh—le dijo el ojigris del futuro haciendo un ademán para que se callará

—Bueno, ya que estamos todos aquí podemos seguir con la lectura—dijo el director del colegio.

—Yo quiero leer—dijo la Black del futuro haciendo que le pasen el libro

—

Capitulo 6 El viaje desde el andén nueve y tres
cuartos

EL último mes de Harry con los Dursley no fue divertido. Es cierto
que Dudley le tenía miedo y no se quedaba con él en la misma
habitación, y que tía Petunia y tío Vernon no lo encerraban en la alacena
ni lo obligaban a hacer nada ni le gritaban. En realidad, ni siquiera le dirigían la palabra. Mitad aterrorizados, mitad furiosos, se comportaban
como si la silla que Harry ocupaba estuviera vacía.

—Al menos ya no te hacía nada—dijo la pelirroja a su hijo mirando mal a su hermana.

Aunque aquello significaba una mejora en muchos aspectos, después de un tiempo resultaba un poco deprimente.
Harry se quedaba en su habitación, con su nueva lechuza por compañía. Decidió llamarla Hedwig, un nombre que encontró en Una historia de la magia. Los libros del colegio eran muy interesantes.

—¿Harry leyendo?—preguntó riendo la ojigris

—No tenía nada mejor que hacer—respondió el nombrado alzándose de hombros

Por la
noche leía en la cama hasta tarde, mientras Hedwig entraba y salía a su
antojo por la ventana abierta. Era una suerte que tía Petunia ya no entrara en la habitación, porque Hedwig llevaba ratones muertos. Cada
noche, antes de dormir, Harry marcaba otro día en la hoja de papel que
tenía en la pared, hasta el uno de septiembre.

—Creo que todos hacemos eso—dijo James

—Si pero tú tenías marcados todos los calendarios de la casa—le respondió su madre

—Si... Bueno es entendible para un niño de once años a punto de ir a Hogwarts—se defendió el azabache causando varias risas

El último día de agosto pensó que era mejor hablar con sus tíos para
poder ir a la estación de King's Cross, al día siguiente. Así que bajó al
salón, donde estaban viendo la televisión. Se aclaró la garganta, para que
supieran que estaba allí, y Dudley gritó y salió corriendo.
-Hum... ¿Tío Vernon?
Tío Vernon gruñó, para demostrar que lo escuchaba.
-Hum... necesito estar mañana en King's Cross para... para ir a
Hogwarts.
Tío Vernon gruñó otra vez.
-¿Podría ser que me lleves hasta allí?
Otro gruñido. Harry interpretó que quería decir sí.
-Muchas gracias.