Cap. 2: Al otro lado del mundo

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REENCUENTRO

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Capítulo 2: Al otro lado del mundo

Sesshomaru masajeó el puentecillo de su nariz con irritación

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Sesshomaru masajeó el puentecillo de su nariz con irritación.

Tener que lidiar con el ruido de los autos, de sus bocinazos y sirenas, de los edificios en construcción, las luces fuertes, olores viniendo de todas partes y cada uno más desagradable que el anterior... Todo era demasiado molesto para sus sentidos agudos.

Hastiado, entró al gran hotel frente a él, junto a los hombres que lo seguían.

Esa ciudad estaba creciendo demasiado y demasiado rápido. Todas lo hacían...

Los humanos se habían convertido en una molesta plaga.

Se habían extendido por cada rincón como la peste, arruinando todo lo que tocaban. Se mataban entre ellos y habían llevado a cientos de otras especies a su extinción. Todo por ese maldito afán de intentar deshacerse de todo lo que sus estrechas mentes no eran capaces de comprender.

Y ahora él se veía obligado a mezclarse entre ellos, a vestir como ellos, a andar como ellos...

Pero ese era su límite.

Él jamás se rebajaría como lo estaba haciendo el maldito de Kirinmaru. Él se negaba a ser parte de aquel ridículo sistema que le daba a los hombres una vaga ilusión de poder.

Si él quería poder, lo tomaba con sus propias manos; como llevaba haciéndolo por milenios.

—...el problema es que aún debemos confirmar si realmente se trata de él y no de una simple marioneta o extensión, como en ocasiones anteriores.

Aquellas palabras lo sacaron de sus pensamientos.

Sus ojos dorados se fijaron en el hombre frente a él. Sangre de demonio corría por sus venas, pero era demasiado lejana como para marcar una diferencia. Aún así, el humano no era un completo inútil —la mayor parte del tiempo— y junto con otros tres hombres se encargaban de los detalles de aquel nuevo mundo con el que él no quería lidiar.

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