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Pocos meses habían pasado desde la separación de sus cuerpos, cada uno haciendo su vida en un lugar diferente. Hoy vuelven a verse las caras en "casa", pero no han dejado de hacerlo de manera indirecta.

Nico ha jugado en el Valencia oyendo de fondo comparaciones con el que era su amigo, esa relación tan extraña que nunca llegaron a nombrar del todo, más por miedo a lo que podía pasar con ellos.

El gallego suspira en la habitación del hotel, aprieta los labios mirándose en el espejo. Valencia no ha hecho que esté más pálido, pero sus ojeras se marcan bastante más de lo que se marcaban antes de irse, sus ojos siguen brillando con el cansancio de un insomnio permanente.

— Nico — escucha la voz de su compañero de equipo al otro lado de la puerta, agarra el neceser y suspira.

No esperaba que esa fuera su vuelta a su ciudad, en el equipo rival al local, sin los amigos con los que ha crecido en los campos de la Masía. Se pone los auriculares y la música silencia a la gente que los llama fuera del hotel.

Observa entre la gente, ningún rostro conocido. No le sorprende, todos deben estar en el Camp Nou. Se sube en el autobús y se sienta en el primer hueco que tiene la ventanilla libre. Saca su móvil y lee el único mensaje que tiene nuevo, su padre le desea suerte.

Sale del chat y entra en los archivados, el de Gavi sigue ahí, guardado. Es el único que no ha sido capaz de borrar.

Recuerda la cara de pena del chico después de su última noche juntos, sus grandes ojos brillaban tristes. Esa última mirada ha perseguido a Nico durante todos esos meses que ha pasado fuera.

Llegan a las afueras del Camp Nou, los gritos de la afición Culer se escuchan un poco por encima de la música. Al chico le nace una corriente cálida en el pecho, el calor de la afición del Barça es algo que siempre le resultó gratificante cuando jugaba aquí.

Se baja en cuanto el autobús para, saluda a la gente con media sonrisa, que regala a la afición para evitar algún tipo de rumor en las redes sociales.

Desde que se fue de Barcelona, únicamente las utiliza para subir imágenes de los partidos que juega. No quiere saber lo que la gente dice sobre él, todos tienen la oportunidad de criticar lo que hace y no es algo por lo que esté dispuesto a pasar nuevamente.

Camina detrás de sus compañeros hacia los vestuarios, podría ir hasta con los ojos cerrados, se sabe ese estadio de memoria. Se le hace raro entrar en los del equipo visitante, su mirada se queda en la entrada de los del local.

Observa cómo de ésta salen varias personas que no había vuelto a ver desde que se fue, aprieta los labios fijándose en uno concretamente.

— Nico — Eric le sonríe, camina hacia él para abrazarlo—. ¿Sales ahora? — asiente, la voz de su amigo no ha cambiado— Pues nos vemos fuera— le guiña un ojo y vuelve hacia el grupo.

Ferran levanta la mirada del teléfono en cuanto Eric llega hacia ellos, Ansu y Gavi no dejan de hablar entre ellos. El gallego suspira y camina hacia el interior del vestuario. Deja el neceser en el banco y sale, acompañado de algunos de sus nuevos compañeros, al campo de juego.

— It's beautiful — dice uno de sus compañeros, Nico asiente mirando hacia arriba, el atardecer se ciñe sobre el cielo de la ciudad condal.

— It's my favourite place here, in Barcelona.

— It must be, it's incredible— dice, alza las cejas y le hace una seña al gallego—. They're calling you — comenta, Nico se gira y observa a Eric gestualizando hacia él.

Se deja uno de los auriculares puesto mientras va hacia ellos. Escucha cómo se hace el silencio con su llegada.

— ¿Qué tal en Valencia? — el gallego asiente.

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