Capítulo 16

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Estaba asustada por no recordar quien era, mientras que esos señores que decían ser mis padres se derrumbaban en frente mío y no os voy a mentiros, algo dentro de mi se removió al verlos llorar, no supe que hacer y mucho menos como reaccionar, tampoco podía pensar, mi cabeza dolía y mis pensamientos estaban dándome mil vueltas, confundiéndome aún más, quise decir algo para aliviar la situación, pero quede con los labios medio abiertos, porque en ese instante la puerta se abrió y por allí, entraron dos chicos súper guapísimos.

—¡Lana! —dijo uno de ellos, el más bajito —dios, me has metido el susto de mi vida

—¿¡Porqué hiciste eso!? —pregunto el otro —fue demasiado peligroso

Yo no podía decirles nada, mire a todos en busca de ayuda, pero por desgracias nadie entendió mi mirada.

—¿Lana como te sientes ahora? —pregunto el chico más bajo —venga ¿por que no respondes?

Los mire dubitativa y decidí preguntar —disculpa... ¿Quiénes sois?

—No seas tonta sabes que soy Adrien no seas tan pesada —blanqueo sus ojos cuando miro al otro chico —y el es Matt, te lo presente anoche, no seas tonta

—Adrien, cariño —dijo la mujer... eh... mi madre —no esta bromeando... ella no... Lana perdió... ay dios

Adrien la miro por unos segundos luego me observo a mi con los ojos de par en par, por su expresión pude entender, que el no podía creer lo que pasaba.

—No, no, no... tú no... no puedes haber perdido... Noo

Todos se pusieron muy tensos, en especial ese chico, Adrien... el bajaba su mirada y apretaba sus ojos cuando su vista empezaba a humedecerse, por alguna razón me puse a llorar por el y no pude evitar tomarle la mano y di un respingo al sentir una sensación de protección con tal solo un rose.

—Oye —susurre y el me observo —se que ahora mismo no se quien seas... pero, no quiero que estés así —los mire a todos y unas cuantas lagrimillas salieron de mis ojos —os juro que me esforzare por recordaros a todos

Después de eso, los días empezaron a pasar, una semana exactamente y pude volver a casa luego de mil exámenes, cuando estuve en casa, para ser más exacta en mi habitación, lo sentí muy acogedor. Yo seguía sin recordar nada, pero los señor... mis padres han sido muy cálidos y ni hablar de Adrien o del guapísimo de Matt que han estado al pendiente de mi como si fuera una niña pequeña.

—¿Necesitas algo caperucita? —pregunto Matt con una linda sonrisa

—¿Caperucita? —fruncí el ceño con diversión —¿tenemos apodos cursis y no lo recuerdo?

—Bueno, la primera vez que te vi ibas disfrazada de caperucita... una muy... llamativa

—Dios que vergüenza —sonreí llevando mi mano a mi cuello donde inmediatamente palpe en el un dije en forma de rayo —¿Adrien o tu me lo dieron?

El negó —lo has tenido siempre, creo

—¿Dónde esta tú primo? —pregunté curiosa —no lo eh visto desde hace un par de horas

—Oh... —blanqueo sus ojos —fue a su piso a traerse unas cosas, dice que quizá te ayude a recordar

—Espero sirva —murmure

—¿Quieres escuchar algo de música? —propuso —tienes buen material aquí... aunque quiero que escuches algo nuevo

—Espero que no sean gritos

—Bueno, eh tenido un deja vu —sonrió —espero esta vez no salgas a correr, no quiero pasar por lo mismo de nuevo

—Lo siento —susurre —quisiera saber porque lo hice pero...

Un beso bajo la luna© [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora