Incorrect Quotes Giyukana [Volumen 2]

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Cap a pedido de TheSmoky

- ¿Donde esta Kanae? - Cuestiono el patrón con suavidad en su voz viendo al cuervo de la mencionada.

- Caw! Se lastimo, no podrá ir a misión por un tiempo! - Grazno el cuervo viendo atentamente al patrón.

La Kocho tenía designada el día de hoy una misión en un alejado pueblo al norte, habían reportes de que por las noches cantidad de mujeres desaparecían, era claro que un demonio estaba tras de esto.

En la Finca de las Mariposas la bella pilar de la flor se encontraba descansando en el futon de su despacho, estaba un tanto enojada por tener que quedarse en cama.

Alguien toco con suavidad y calma su puerta tres veces para avisar de su entrada. La Kocho rápidamente Volteo en dirección de aquel ruido, la puerta se abrió y el serio y callado Pilar del Agua entró.

- ¿Como te sientes? - Pregunto de forma respetuosa el Tomioka posando su mirada sobre la molesta Kocho.

- Te traje algo para desayunar - Le dijo con suavidad el Tomioka, en sus manos estaba la bandeja de desayuno que originalmente traía Aoi Kanzaki.

- ... - No hubo respuesta en palabras por parte de la Kocho, simplemente incho sus mejillas haciendo un puchero apartando la vista del Tomioka y cruzando sus brazos.

Incluso enojada se ve linda Pensó el Tomioka tomando asiento al lado del futon, dejó la bandeja a un costado suyo, tomó el tazón de arroz con salsa de soja y lo palillos.

- Di Ah - Le dijo el Tomioka sonriendo de forma leve, había tomado un poco de arroz y ahora se lo ofrecía a la Kocho. Denuevo no hubo respuesta por parte de ella.

- Tienes que desayunar - Murmuro de forma calmada pero sin quitar esa sonrisa que a ella tanto le gustaba ver, la Kocho de forma lenta voltearia la cabeza y a un sin quitar su expresión molesta abriría la boca.

- Buena chica - Hablo con suavidad el Tomioka dándole el arroz a la Kocho como si de una niña pequeña se tratase.

- Prometo mimarte todo el día para hacer sentir mejor - Hablo el Tomioka dejando de lado el arroz pasando su mano con delicadeza sobre la cabeza de la Kocho, dándole leves caricias borrando ligeramente esa expresión de enojo.

- G-Gracias... - Murmuro un tanto apenada la Kocho, un leve sonrojo de vergüenza adorno su rostro por ser tratada como una niña pequeña.

Aunque no lo diga abiertamente le gustaba el ser mimada por el Tomioka.

El por que estaba enojado con el era un tanto irónico puesto que ella misma le pidió que fuese salvaje la noche anterior aún sabiendo que sus piernas quedarían inservibles, pero de todos modos... tampoco niega el no haber disfrutado esa candente e íntima noche con el amor de su vida.

Fin