El brillo del sol atravesaba la ventana, la habitación bien iluminada mostraba la perspectiva de una castaña de pelo corto, en la cama, cómoda y relajada en el colchón, pero con un peso a la altura de sus caderas, un calor que la hacía sentir cómoda y al subir la mirada, lo primero que vió es a una persona, concretamente de sexo masculino, de abdominales marcados y cicatrices extrañas en los brazos. Sus respiraciones alargadas, demostraban una inigualable sensación de placer.Siguió subiendo la mirada hasta toparse con una cabellera verde alborotada, un rostro pecoso con una mirada que derretía su alma y una expresión facial que mostraba el mismo placer que estaba sintiendo ella, el exhalar del chico se sentía cada vez mas cercano, poniendo su antebrazo en la almohada y acercandose poco a poco.
Ella solo cerró los ojos y relajó los labios esperando ese dulce beso que esperaba, pero fuera de su entendimiento, no sintió contacto alguno, frunció el ceño y estiró los labios buscando ese tan ansiado beso de su crush, pero cuando abrió los ojos, solamente vió el blanco techo de su cuarto, se levantó parcialmente y observó que estaba en su cuarto. Todo en su lugar, el reloj marcaban las 6:59 y un minuto después la alarma sonó, siete de la mañana.
Con una cara de shock, se levantó y se dirigió al baño a ducharse, dejando su pijama bien doblado y aseandose el cuerpo, aun se mantenía con una cara neutral, sin darse cuenta de lo que acababa de soñar, aun teniendo el espacio perfecto para analizarlo, pero solo se dedicó a aplicar su higiene personal, cosa buena ya que tenía que ir a la academia. Se vistió con el uniforme correspondiente, de su camisa blanca, su chaqueta escolar gris, su falda, sus calcetas y sus zapatos negros y se vió en el espejo para ver si no había algún inconveniente.
Se quedó viendo al espejo, y como si fuera una barra de descarga, el rojo se apoderó del color de su cara, comenzó a temblar, hizo una mueca de vergüenza y se tapó la cara, activando su particularidad en ella y comenzando a flotar en posición fetal, totalmente nerviosa.
Asi era Ochako Uraraka, una chica incapaz de esconder o negar sus sentimientos, que cuando se llevaba las manos a la cara para ocultar sus nervios, solo dejaba mas en claro sus sentimientos por su mejor amigo, Izuku Midoriya, dar vueltas por el cielo con las piernas subidas eran la prueba fehaciente de que tiene una de las enfermedades mas peligrosas y bonitas de la vida, estar enamorada.
El amor joven, floreciente y brillante pero aun vulnerable, era una experiencia nueva para ella y aun necesitaba esclarecer sus verdaderos sentimientos, ¿Veía a Izuku como un amigo o de verdad lo quería como algo más?, el cerebro de la castaña estaba en órbita y las estrellas estaban teñidas de color verde, sus reacciones estaban revueltas, asi como su estómago en cuanto se de cuenta que estuvo flotando avergonzada durante un buen rato.
- Li... Liberar - Dijo la castaña juntando sus dedos y cayendo de pie en el suelo.
Ella se acercó al espejo, inhaló y exhaló repetidas veces, dándose palmetazos en la cara para centrarse el día de hoy, necesitaba tomarse en serio a si quería ser una heroína profesional, asi que no dejaría que ese sueño la distrayera, y para eso necesitaba palabras de inspiración.
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Oneshots Izuocha
FanfictionEl amor de un pecoso peliverde a una castaña con mejillas rosadas Tiernos, dulces y llenos de amor por el otro Divididos en oneshots en los que esta linda pareja será la protagonista.