La Bruja y El Aventurero

414 22 36
                                    

AU Medieval

El martillo golpeaba repetidamente el clavo en la viga, la ultima de todas las piezas para terminar de construir una casa perfecta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


El martillo golpeaba repetidamente el clavo en la viga, la ultima de todas las piezas para terminar de construir una casa perfecta. Izuku Midoriya, un fornido joven de cabellos verdes, experimentado en las batallas y de buen corazón, había terminado de construir su hogar, una casa de dos pisos con escaleras por dentro y por fuera, una cocina, un horno de herrería, una repisa para libros y en el segundo piso, su cama y su baul de espadas.

Midoriya se secó el sudor de la frente por el esfuerzo físico, y el radiante sol del mediodía, suspiró cansado y se bajó del techo por la escalera. Contempló su creación desde lejos, con cuidado de no tropezar y caer, la sonrisa orgullosa del peliverde se hizo notar, su casa está terminada, un hogar hecho con sus propias manos y en el que iba a vivir hasta que no pudiera levantarse mas de su cama, pero aun cuando la vivienda tenía cada tabique, cada viga y cada mueble en su sitio, le quedaba trabajo por hacer.

El hombre caminó por el costado de su hogar ya terminado, subiendo la cuesta hacia la cascada, la cual era pequeña y tenía el sustento de agua necesario para bañarse y beber. Se sentó hasta el limite de la montaña y contempló las vistas desde su lugar, el bosque verde y vivo, frondoso como su cabello, frente al acantilado un lago de fondo interminable y a lo lejos, el reino de U.A, gobernado por la distinguida y elegante familia Todoroki.

Solía ir ahí cada día a comprar provisiones para su hogar, carne, frutas, vino y pan, entre muchas necesidades, Izuku sabía cuidarse solo, por lo que las veces que era asaltado por bandidos solía defenderse bien, y de paso, robarles sus pertenencias de mayor valor para venderlas en el mercado, y hoy no iba a ser una visita menos al reino de U.A. Tomó una bolsa grande con monedas de oro, plata y cobre, amarró su carreta a su caballo de confianza, Toshi, y partió a la gran urbe, tomando el camino menos peligroso hasta el lugar.

Al entrar al reino, lo recibieron con cierto protocolo, en el que tenían que pasar con un permiso en pergamino que el peliverde sacó sin chistar, los guardias reales revisaron la carrera para ver si no habían sustancias, mercadería o los llamados "desterrados" siendo colados en el reino para causar una anarquía total. Midoriya avanzó con la carreta, llegando a la calle principal, su carreta empezó a vibrar del avance por las calles de adoquin, a su alrededor estaban los comerciantes realizando sus ventas del día, los civiles viviendo su día a día entre la prosperidad del reino y los niños jugando con su imaginación y lo que tenían a mano.

Llegó hasta el local al que quería llegar, una taberna, donde servían vino, sake y brebaje de buena calidad, se sentó en el lugar mas alejado de la entrada, en frente de un sujeto de cabello celeste, cicatriz en el ojo y vestido con ropajes oscuros, unos pantalones negros y botas de malla parecidas a los de la guardia real, se hacía llamar Tomura Shigaraki, pero el mismo admitía que no era su nombre real y ese mismo, era un misterio, era un vendedor y comprador conocido por tener productos y reliquias que nadie mas tendría, sabía moverse y sabía como obtener su mercancía.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Oneshots IzuochaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora