Cinquante Quatre.

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Contando los pasos que daba, Jaemin paseaba con Jeno por un parque cercano al lugar donde vivían. Ji Sung se había quedado jugando con Yangyang y se veía muy a gusto como para molestarlo.

Jaemin iba en la orilla de cemento a un lado del camino, la cual estaba un poquito más alta y jugaba a no caer, manteniendo el equilibrio con ayuda de la mano de Jeno.


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-Jaeminie. . .


-¿Sí, Jeno?

-Oh, no, nada. Sólo quería escuchar tu voz. . .

Jaemin sintió como sus mejillas se volvían rojas, se concentró en dejar un pequeño camino de margaritas detrás de ellos, como si quisiera marcar el camino para no perderse.

- Siempre haces eso, es imposible que salgas sin crear una flor por ahí.

-Tengo que aprovechar mi poder, Jeno.

-Tu siempre floreces, mientras yo aún soy una semilla intentando crecer a tu lado. Y aún así te esfuerzas por crear algo más bello que tu, cosa que no existirá, al menos no para mi.

Jaemin se quedó parado y tuvo que bajar del lugar donde estaba, porque estuvo a punto de perder el equilibrio. Ya estaba oscuro y él parecía un farol brillando en plena noche, que vergüenza.

Jeno siempre encontraba la manera de hacer que su estómago se sintiera gracioso y extraño. El amor que le tenía crecía cada vez más que Jaeminie temía estallar de tanto amorcito en su corazón uno de esos días.

El chico de la tranquilidad sólo comenzó a reír cuando Jaemin corrió lejos de su alcance, moviéndose mucho, jugando con las luces que él mismo podía crear, gritando lo mucho que amaba a Min Jeno.

Y claro, el de piel azulada susurró que él también amaba a Na Jaemin.



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COLOURS (ADAPTACION) NOMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora