Nueve.

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Nueve.

"¿Cuánto sufrimiento podre soportar?

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"¿Cuánto sufrimiento podre soportar?

Un mirlo en mi hombro

¿Y cuál será la diferencia cuando este amor se acabe?"- Mystery of Love, Sufjan Stevens.




Emma miraba el ultrasonido que tenia en sus manos de los mellizos, acababa de salir de su nueva consulta, la doctora había sido clara, algo andaba mal con ella, sus exámenes no era lo que se esperaban. Pero aun así decidió no conversarlo y solo dejarlo para sí misma.

Desde muy joven se dio cuenta que no podía ser un problema más par los demás. Guarda los exámenes en su archivo médico que siempre traía con ella como también en el fondo de su cerebro para no pensar en ello y se queda mirando la ecografía.

Sabía que debía comenzar con todos los preparativos para cuando sus hijos nacieran, quizás escribirle un diario, no lo sabía, nunca fue emotiva, porque nadie le brindo el apoyo para serlo. Pero, creía que en algún momento sus hijos querían saber de ella ¿Qué les diría? No era buena en absolutamente nada, quizás más inteligente que el promedio, pero eso no la hacia alguien especial.

¿Qué quiere saber un hijo de su madre? Quizás solo una cosa que seria amado incondicionalmente, pero ella no podría darle aquello.

Baja del ascensor arreglando su bolso en su hombro y camina hasta el estacionamiento donde ve al guardaespaldas esperando con una amable sonrisa.

- Señora Emma ¿Cómo estuvo todo?- saluda Taylor una vez que se sube al auto

- Bien, gracias, Taylor.

- El señor Grey, pidió que fuera llevada a su empresa.

- Claro- asiente ella – vamos algo de inmediato.

- ¿Desea algo de beber?

- Agua estaría bien.

La rubia asiente recibiendo una botella de agua que el hombre le tiende dándole pequeños sorbos. Desde lo ocurrido con su madre, tanto Christian como ella, habían decidido llevar la fiesta en paz, sin más peleas, no era algo fácil para ella, que no estaba acostumbrada a vivir con alguien más. Pero estaban haciendo su mejor intento.

El camino es en completo silencio tanto que ella puede escuchar su propia respiración, al llegar Taylor se estaciona ayudándola a bajar guiándola dentro de la compañía.

Al subir claramente nadie pide su identificación y escucha un cuchicheo tras de ella, Taylor simplemente la lleva hasta la oficina del hombre con semblante serio. Una vez allí Andrea le dedica una sonrisa, apenas se abren las puertas del ascensor.

Ultraviolence | Christian GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora