Uno.
"Eras solo un pequeño bulto, en cuatro meses
eres traído a la vida
Puedes heredar mi cabello, pero tendrás los ojos de tu madre"- Small bump, Ed Sheeran.
Emma sabía que había algo malo con ella, el dolor de cabeza constantes y las nauseas matutinas no eran una buena señal, sabia lo que significaba, había asistido a muchas clases para evitar un embarazo adolescente.
Quizás no era tan inteligente como todos lo pensaban, debió ser más precavida, mucho más.
¡Maldita sea! Solo tenía quince años y una enfermedad a cuesta, de la que constantemente tenía recaídas, pero utilizaban profiláctico y ella tomaba sagradamente las pastillas anticonceptivas, no podía tener tanto mala suerte.
Pero sabía que la recaída después de la muerte de su padre podría haber sido un factor para que quizás las ultimas no funcionaran. Así que allí estaba en medio de la atestada clínica de maternidad, llenando un informe con datos falsos para que su madre no se enterara de su posible embarazo.
No era solo su madre, si no también la prensa, lo que se diría de ella. Algo que no le importaba mucho hoy en día, donde muchos dijeron mantener relaciones con ella, ya se imaginaba los titulares "¿Quién será el padre?".
Y por otro lado estaba Christian, con el cual solo mantenían una relación netamente sexual, se suponía que no debía enamorarse, algo que ya había hecho, pero embarazarse ya era su mayor error.
Maldijo suavemente y rogaba no estar embarazada, había entrado a Stanford a estudiar medicina como siempre lo planeo, mira a su alrededor y siente ganas de llorar, había chicas incluso más jóvenes que ella esperando su turno, con quizás futuros menos prometedores, pero se sentía incluso peor que ellas en esos momentos.
- Emma – dice una enfermera dándole una cálida sonrisa- ¿Deseas acompañarme el medico la está esperando?
La chica asiente poniéndose de pie, afortunadamente se había vestido como una pordiosera según su madre, palabras de ella no suyas, o realmente se vería patética en ropa de miles de dólares comparado con aquel lugar.
Camina por un estrecho pasillo siguiendo a la mujer de color y entra a una consulta tan pequeña que se siente un poco claustrofóbica, se sienta en una camilla mientras la enfermera le entrega una bata desechable pidiéndole que se cambiara lo cual hace una vez sola. Cuenta las baldosas del piso a la pared una y otra vez hasta que la puerta es abierta.
- Buenas tardes- entra un medico mayor con una cálida sonrisa- soy el doctor Erin. Tu debes ser Emma Stan ¿Verdad?
- Sí- miente ella con una sonrisa.
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Ultraviolence | Christian Grey
Ficção GeralEl me lastimo, pero se sintió como amor verdadero.