Prefacio.
"Porque nunca fuiste mio para perderte"- August, Taylor Swift.
Emma miraba a su madre llorar frente a ella, no se acercaba a consolarla ni siquiera hizo un intento de hacerlo, durante toda su adolescencia creyó que la mujer frente a ella no tenía sentimientos, quizás porque su trabajo como abogada penalista no la dejaba demostrar lo que realmente sentía o simplemente porque era una mujer fría y calculadora.
- Lo siento tanto Selene- murmura Grace Grey, la mejor amiga de su madre junto a Elena que está a su otro lado intentando consolarla. Emma puede ver como en la casa están los maridos de ambas mujeres y sus hijos, bueno solo los de Grace, quienes acomodan las flores de luto, para un cadáver que jamas llegaría.
- El solo murió- susurra su madre temblando- me dejo sola, jamas podre volver a hablar con el... era mi todo.
- ¿Y cómo están sus hijas?- cuestiona Emma viendo a su madre sin una pizca de remordimiento- al final del día viajaba en un auto donde volcó con ellas ¿Había bebido? ¿Crees que pueda saber de ellas?
- ¡Emma!- regaña Grace- no vez que esta afectada, acaba de perder al amor de su vida.
- Sí un hombre que estaba casado y recuerdo también era mi padre – responde Emma viendo a su madre fijamente- quiero conocerlas.
- ¡Murió tu padre, Emma!- grita Selene fuera de si- ¿Cómo puedes ser tan fría? ¡Y nunca conocerás a esas niñas! ¡Jamas!
La rubia simplemente gira los ojos sabiendo que no se puede razonar con ella en ese estado, ve como ambas amigas vuelven a abrazarla dándole palabras de consuelo. Ella suspira caminando a su habitación donde choca hombros con Mia Grey quien infantilmente se reía de la situación.
Se lanza a la cama viendo el techo y en esos momentos se da cuenta que varias lagrimas caen por su mejilla, había perdido a su padre, el único hombre que la ayudaba ser un poco más decente a pesar de todas sus mentiras ¿Qué se supone que seria ahora? Siempre se pregunto como su madre acepto ser la otra mujer, siempre esperando, siempre adorando el piso donde el caminaba, pero allí estaban las consecuencias, para el mundo ella era una hija bastarda que jamas tendría reconocimiento legal, mientras otras dos niñas al otro lado del mundo lloraban la muerte de un papá que había estado presente para ellas durante toda su vida.
Sienta la puerta de su habitación abrirse haciendo que ella seque las lágrimas con el dorso de su mano, mientras Christian el hijo adoptivo de Grace entra a su dormitorio.
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Ultraviolence | Christian Grey
Fiction généraleEl me lastimo, pero se sintió como amor verdadero.