💥🌸 F I C T O B E R 2 0 2 1 🌸💥
✧- El la vigila desde la distancia.
✿- Ella lo espera cada noche.
✧- El no está dispuesto a tener ningún tipo de debilidad.
✿- Ella solo quiere brindarle confianza.
El team Sonic está pasando por una muy extra...
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╬ Pasteles y dulces ╬
— ¿No sabe cocinar otra cosa?
El aroma dulzón golpeó su nariz haciéndolo querer dar arcadas ante lo empalagoso que era, cosa totalmente falsa pues el aroma si bien era dulce no llegaba al grado de ser desagradable.
Otra vez la miraba a través de la ventana desde la rama del árbol en el que estaba sentado. Termino temprano sus asuntos pendientes y ahora contaba con demasiado tiempo libre, tiempo que decidió "desperdiciar" en ver, es decir en vigilar, a la jovencita del mazo.
Las manos femeninas se movían con gracia y agilidad para cortar las frutas que usaría para decorar el enorme pastel de betún color amarillo malditamente brillante. ¿Cómo es que no se quedaba ciega ante tal color? Incluso el tenía que desviar momentáneamente la vista ante lo incómodo que era verlo.
La mujer de los tres mocosos, murmuró, esa mujer tenía un gusto pésimo respecto a todo y era claro que ella fue quien pidió monumental monstruo para algún estúpido evento y como siempre, la chica había aceptado ayudarla encantada.
Desvió su mirada del postre para dirigirla a la joven que sonreía ante cada fruta colocada sobre la superficie del pastel.
Cualquiera diría que Amy Rose no era más que una frágil chica que dedicaba sus días a hacer cualquier estúpida manualidad o cocinar dulces al por mayor. Una mujer que estaba hecha para ser la esposa o ama de casa ideal.
—Imbéciles. —Ofendió a nadie en específico.
Rose era mucho más que eso. Ella era una guerrera que no dudaba en sacrificar su propio bienestar antes que el de los demás, algo idiota de su parte pero Shadow respetaba el que estuviera dispuesta a llegar a tales extremos por defender lo que pensaba era correcto, por muy equivocada que ella estuviera.
El aroma dulce se mantuvo presente en su nariz todo ese tiempo, incluso cuando siguió, vigilo, a la joven desde lejos mientras está cargaba la enorme caja con el pastel dentro.
Esa mujer no era todo dulces, pasteles, azúcar y amabilidad, podía llegar a ser un dolor en el culo cuando se lo proponía, el mismo era testigo de aquello.
Pero... La sonrisa de Amy era lo suficientemente dulce para hacerlo dudar, una vez más.
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