𝗈𝗈. PROLOGUE

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𝙿𝚁𝙾𝙻𝙾𝙶𝙾 ┃ 𝗶'𝘃𝗲 𝗵𝗲𝗮𝗿𝗱 𝘁𝗵𝗮𝘁 𝘀𝗼𝗻𝗴 𝗯𝗲𝗳𝗼𝗿𝗲
❪ ℎ𝑎𝑟𝑟𝑦 𝑗𝑎𝑚𝑒𝑠 ❫

 𝙿𝚁𝙾𝙻𝙾𝙶𝙾 ┃ 𝗶'𝘃𝗲 𝗵𝗲𝗮𝗿𝗱 𝘁𝗵𝗮𝘁 𝘀𝗼𝗻𝗴 𝗯𝗲𝗳𝗼𝗿𝗲   ❪ ℎ𝑎𝑟𝑟𝑦 𝑗𝑎𝑚𝑒𝑠 ❫

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Winston Churchill hizo el llamado.

Mis vecinos acudían en masa a sus barcos y embarcaciones en el puerto gris. Llevaban provisiones, chalecos salvavidas, frazadas, comida y todo lo que cayera en los botes. La guerra había golpeado cerca de casa, y ahora era el momento de que los civiles actuaran. Nuestros soldados nos necesitaban.

Rebusque en mi apartamento ventilado, reuniendo todo lo que necesitaría para mi próximo viaje a través del canal. Mi padre, el comandante Bolton, de la marina británica, estaba ahora mismo en Dunkerque luchando por nosotros. Su sangre valiente y sin miedo corre por mis venas.

Ahora es mi turno de actuar. Abrí de una patada la puerta de madera de mi apartamento con las cajas de mis suministros que tenía, y comencé a bajar las escaleras hacia las bulliciosas calles de Londres. El yate familiar estaba amarrado al muelle detrás del edificio. Mi vecino y su hijo ya estaban en su bote, preparándose para su viaje. Deje las cajas dentro de mi bote y las mire a través del pie de espacio entre nuestros botes.

—Cargue algunos de esos chalecos salvavidas para ti —me dijo el Sr. Dawson, señalando con el dedo los chalecos grises que descansaban en el muelle de madera.

Era un hombre mayor con cabello canoso y una cara delgada. Su hijo era muy joven, con cabello rubio y una cara cuadrada. Los conocía de toda la vida, eran prácticamente familia para mi.

—¿Vas sola? —pregunto mientras recogía un puñado de chaquetas.

—Ella no irá en lo absoluto —dijo una fuerte voz por encima de mi hombro.

Mire hacia atrás para ver a mi novio parado allí con una expresión de enojo. Sus puños estaban apretados a sus lados. Sus oscuros ojos estaban furiosos.

—Ya hablamos de esto cariño —dijo con los dientes apretados. El viento soplaba por el muelle. Deje las chaquetas en el bote, apenas mirándolo. El se burló con ira, acercándose a mi.

Di un paso hacia atrás, sin dejar que me tocara.

—Si no quieres... —murmure—. Esos soldados se han arriesgado tanto por nosotros Arthur, ahora necesitan nuestra ayuda. Es nuestro trabajo rescatarlos.

Ate mi sucio cabello rubio hacia atrás con una lazo para hacerme una cola de caballo.

Arthur hizo un gesto con la mano hacia el agua gris picada.

—Esos tipos lo pidieron cuando se inscribieron para ir a la guerra.

—Deberías estar con ellos —sisee—. En lugar de eso, te escondiste detrás del dinero de tu padre para evadir el reclutamiento.

—Hija de puta —gruñó, viniendo hacia mi.

—Cálmate hijo.

El Sr. Dawson, se paro frente a él y colocó su mano sobre el hombro de Arthur para detenerlo. El ahora estaba parado en mi bote.

—Mi padre está allá afuera ahora —continúe, desatando las cuerdas alrededor de los postes de madera. Arthur aparto la mano del sr. Dawson y se burlo—. -luchando por nuestra libertad, luchando para ponerle fin a esta guerra para que nuestros seres queridos puedan volver a casa con sus familias. Y con su sangre en mis venas, diría que hago lo mismo.

—Y eres una tonta, al igual que el. Ni siquiera conoces a esos soldados vagos ¿Porque diablos los ayudarías?

Arthur se alejo del Sr. Dawson, alejándose de el y de mi.

—Mueran ahí afuera por lo que a mi respecta. Nunca lograrás cruzar el canal, solo eres una mujer sin valor.

El se burló, y caminó de regreso por el muelle, su cabello oscuro desapareciendo en la niebla de la ciudad.

Sostuve las cuerdas en mis manos, mis ojos bajaron al suelo.

—No lo escuches —el señor Dawson se acercó con una cara suavizada—. Permanezca cerca de nosotros mientras navegamos.

Hizo un gesto a su hijo y a otro chico de cabello oscuro que estaba acompañándolos en el viaje.

—Cruzaremos juntos.

—Gracias señor Dawson —sonreí poniendo mi mano en su brazo—. La mejor de las suertes señor.

Me dio unas palmaditas en la mano y regreso a su barco para cargar las ultimas provisiones. Deje la cuerda en el bote y la empuje desde el puerto con el pie. Fui al interior del barco donde estaba la rueda de dirección y me dirigí al otro lado del horizonte.

Mi padre me enseñó a conducir este barco a la temprana edad de nueve años. Navegar estaba en mi sangre. Nubes oscuras se cernían sobre el canal, indicando que este viaje no sería fácil. Rece para que mi padre estuviera bien. Rece para que los hombres estuvieran bien, incluso aunque la mayoría de ellos probablemente no lo lograría.

Encendí el motor y navegué fuera del puerto hacia mar adentro.

 𝐅𝐋𝐘𝐈𝐍𝐆 𝐇𝐈𝐆𝐇 ━ 𝐝𝐮𝐧𝐤𝐢𝐫𝐤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora