Aprendiendo a ser padres (Rusper / Usamex)

Entre la confusión se asoma la verdad

- Tal vez no debí comer esos frejoles...

Se lamentaba el peruano mientras caminaba entre los pasillos del colegio.

- "¡Pero no puedo desperdiciar comida!"

Pensó mientras aceleraba el paso luego de sentir a su estómago retorcerse.

Esa mañana había desayunado los frejoles de ayer. Vio que había un poco en la olla y decidió comerlo antes de que se desperdicie.

Sin embargo, no contó con que ahora sentía gases en su estómago.

- ¡Llegué! -se sintió aliviado al ver el inodoro frente a él. Sin más, bajó sus pantalones y se sentó.

No tuvo vergüenza en soltar sus gases. Estaba en el baño al que casi nadie va ya que es el más lejano al patio. Además, se aseguró de que no había nadie más adentro.

- Ah~ me siento mejor -se dijo a sí mismo aliviado mientras se limpiaba y jalaba la palanca- ¿mmm?

La puerta para los baños se había abierto, escuchó a dos personas caminando y conversando.

- "Esa voz... Es Rusia. El otro debe ser Alemania..."

- Oye, ¿y has pensado en declararte?

El peruano no se movió de su sitio.

- "Mejor no salgo..."

Una parte de él se empezaba a sentir incómodo. No quería andar de chismoso, pero tampoco quería interrumpir la charla. ¿Sería muy casual si él salía corriendo del baño mientras Rusia y Alemania hablaban entre ellos?

- Bueno... Te gusta México desde primer grado, ¿no?

- "¿Qué?"

- Ah, sí... México

Perú se mantuvo quieto incluso luego de que los amigos se fueran y se alejaran del baño.

Se quedó solo, sin ruido, todo en silencio.

- ¿A Rusia le gusta México?... -murmuró cabizbajo.

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- Así que... Eso fue lo que pasó -terminó de relatar el peruano.

- ... ¿Por qué pensaste que comer esos frejoles era buena idea?

- Sabes que no me gusta dejar com_ ¡Espera! ¡¿De todo lo que te dije, te fijas en eso?!

- Bueno, si no hubieras comido los frejoles, no hubieras escuchado eso

- Sí... -suspiró- pero no importa ahora, solo... No me puedo quitar eso de la mente

- ¿Por qué?

- No lo sé... Pero cuando lo recuerdo, me siento extraño

- Extraño... ¿Cómo?

- mmm -llevó su mano al pecho- como si mi pecho se oprimiera...

- Oh... Perú -el mencionado volteó a verlo- ¿sientes algo por Rusia?

- Pues... Sí, es un buen amigo y es alguien tranquilo y amable

- No no, no me refería a eso -se aclaró la garganta- ¿No será que sientes algo más por Rusia?

- Algo más...

- Sí, ya sabes, como amor

- ¿A-Amor? -al peruano se le tiñeron las mejillas de rojo- ¡N-no! Yo no s-siento eso por él

El boliviano se sorprendió, era la primera vez que veía a Perú sonrojado y tartamudeando. Sonrió divertido al respecto.

- Vaya... Así que eres tímido -dijo bajo.

- ¿Tímido? ¿Quién es tímido? -reclamó Perú.

- Nada, nada -se rio.

Sonó el timbre, dando por concluido el receso.

- Hey, tenemos que regresar rápido al salón -Bolivia se empezó a caminar, siendo seguido por el otro.

Cuando el peruano ingresó por la puerta de su aula, sus ojos se encontraron con los del ruso. Este le sonrió cálidamente y lo saludó con su mano.

Perú apartó la mirada y sonrojado se fue rápido a su asiento.

Bolivia lo notó y no iba a dejar esto por alto. Suspiró porque le parecía obvio lo que le pasaba a su amigo de la infancia. Con una sonrisa divertida, se fue a su asiento, el cual estaba al lado de Perú.

Por otro lado, Rusia estaba sorprendido. ¿Perú lo ignoró a propósito? Eso fue raro... Él no es así. Entonces por qué...

- "Voy a averiguarlo..." -se prometió a sí mismo.