Es solo timidez

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- Y aquí ponemos la imagen, ¿qué les parece? -preguntó el mexicano.

El ruso asintió- Yo puedo escribir -agarró unos papeles y un plumón negro.

- Yo voy empezando a decorar -dijo el japonés, tomando los papeles de colores y las tijeras.

El profesor había encargado realizar papelotes sobre los tipos de contaminación. Él mismo los había separado en grupos de 3. Por lo que, ahora, todos estaban reunidos con sus respectivos compañeros.

Por otro lado...

- ... -Perú miraba fijamente hacia el ruso y su hermano. Estos estaban sentado juntos.

- Eh... Por qué no dejas de mirarlos y mejor te concentras en tu parte del trabajo -mencionó el boliviano.

- ¿De qué hablas? En primero, sí lo estoy haciendo -mostró los dibujos para el papelote ya hechos.

- "Olvidé que trabaja rápido..."

- En segundo, solo estoy viendo de que Rusia no cometa un error con mi hermano

- mmm claro -Bolivia suspiró.

Luego de lo de ayer, pensaba en ayudar a su amigo en darse cuenta de sus sentimientos. Pero viéndolo ahora...

- "Tal vez él mismo se dé cuenta..." -pensó.

- Creo que... he decidido apoyar a Rusia para conquistar a mi hermano -soltó Perú cerca de su oído, para que nadie más escuchará.

Aquello casi lo hace atorar con su propia baba.

No, su querido amigo era todo un despistado. Necesitaba de su ayuda.

- No sé si ya lo olvidaron... Pero yo sigo aquí -dijo el tercer integrante del grupo, Paraguay- ¿qué tanto chismean que no cuentan? -preguntó.

- No es nada, paraguas -respondió sonriente el peruano.

- ¡No sean así! También quiero saber -hizo un puchero mientras fruncía ligeramente el ceño.

Bolivia quiso reírse. En vez de dar miedo, su compañero le daba risa con esa expresión.

Con un ambiente más tranquilo, siguieron el trabajo encomendado. No lograron exponer todos ya que tocó el timbre de recreo. Sin embargo, la clase seguiría luego de eso.

- Paraguay -llamó Bolivia- ¿podrías cuidar al huevo por hoy?

- ¿Qué? Pero es tu turno esta semana...

- Vamos, cariño, prometo recompensarte si cuidas bien de nuestro bebé -le dijo con voz melosa.

- Y-Ya te dije que no me llames así -el paraguayo se sonrojó fuertemente.

- Por faaa, tengo un asunto importante que atender -le puso ojos de cachorrito.

Paraguay ya no pudo resistir por más que quiso.

- Está bien... ¡Pero solo por esta vez!

- ¿Ya te dije que eres el mejor esposo del mundo?

- Si si, lo que digas -agarró con cuidado la cuna improvisada de "su hijo" y se fue al recreo.

- Qué lindo... -susurró Bolivia acompañado de una sonrisilla- ¡Muy bien! Ahora sí, operación "si dices es solo un amigo, te destruyo" comienza

El boliviano miró por todos lados, no había rastro del peruano.

- ¿Y Perú?

Salió del salón para buscarlo. Para su dicha, lo llegó a encontrar no muy lejos de ahí. Estaba escondido en una de las columnas del patio.

Aprendiendo a ser padres (Rusper / Usamex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora