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DongMin abrió la boca los ojos al mismo tiempo. No podía creer lo que acababa de escuchar, probablemente sea algo que había imaginado o quizás jamás se despertó por la mañana.

—¿Q-qué dijiste? — Tartamudeo atontado.

El mayor se mordió la lengua. Cerró los ojos sintiendo como su corazón ardía. Aquellas palabras habían salido sin pensar, pero era como si su corazón estaba empezando a tomar su razonamiento.

Estaba arto de toda esa situación, de ocultar lo que sentía por el menor. Pero debía respetar sus desiciones, además, la situación no era muy buena, habían obstáculos.

Abrió la boca intentado decir algo para corregir lo que acababa de decir, pero en esos momentos se escucharon unos pasos apresurados que bajaban los escalones. Inmediatamente calló.

— Era Taeyong — Le dijo a DongMin. —Me dijo que está castigado y no podrá venir.

DongMin asintió levemente aún con las mejillas coloradas. No había salido de su sorpresa todavía, y ahora las dudas que tenían habían crecido mucho más.

—Bien, entonces vamos. No quiero que caiga la noche y aún estemos haciendo tareas —Lo apresuró.

—Esta bien — Intentó sonar normal, pero por dentro se sentía desmotivado. Ya ni siquiera quería hacer tarea.

— Papá, ¿Podrías ordenar pizza? — Preguntó Jungkook.

—Claro.

— ¡Gracias! Vamos DongMin — Jungkook prácticamente lo empujaba a la salida de la cocina. Se volteó una vez más para darse cuenta de que el mayor le sostenía la mirada.


En cuanto MoonBin los escuchó arriba, sintió como el aire de la cocina lo asfixiaba. ¿Qué había sido eso?

Se dejó caer en la silla de el comedor de la cocina tapando su rostro. Recordó que el menor le había dicho que lo olvidarán, y eso tal vez debería hacer, aunque no sabía si lo lograría. DongMin había sido la única persona que había logrado que amara de nuevo, es más, hasta podía jurar que lo que siente por él es más fuerte que lo que alguna vez sintió por Tzuyu.

Él era diferente, él era más cálido, más... Dios, es que ni siquiera tenía punto se comparación o palabras para definirlo.

Tomó su teléfono, ordenó la pizza y un par de refrescos antes de subir a su recámara y encerrarse ahí.

DongMin lo estaba volviendo loco, y no sabe por cuando más soportaría esa situación.

***




— Creí que esto era más difícil —Dijo Jungkook con alegría mientras resolvía una tarea.

—Sí prestas atención bien, no lo es tanto —Dijo turbado el castaño.

Observaba a el pelinegro teclear en su computadora, pero sin embargo su mente estaba en otro lado, en otra cosa. No podía dejar de pensar en lo que había pasado allá abajo. MoonBin lo había tomado por sorpresa con aquella confesión. Su corazón ardía y sentía un vuelco en el estómago que le era imposible ignorarlo y le impedía concentrarse.

Era consciente de que el mismo le había pedido a el mayor que lo mejor sería no recordar aquello. Pero no lo había hecho por qué quiso, si no porque su corazón estaba saliendo lastimado de todo esto. Esos días habían sido un completo mar de sentimiento, de ilusiones y de desilusiones.

Ahora que sus padres estaban ahí sentía un poco más de apoyo. Cómo su está vez tuviera con quién ir a llorar si las cosas salían mal. Obviamente no podía contarles ni de coña a sus papás que estaba enamorado de MoonBin, porque ahí si todo sería peor.

𝒎𝒚 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅'𝒔 𝒅𝒂𝒅_ᴮⁱⁿʷᵒᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora