Fue como un sueño hecho realidad.
Algo que nuestra mente nos hace creer que nunca sucederá.
Fuiste aquel rayito de luz que por un instante iluminó mi oscuridad.
Pero a veces dejas pasar tanto tiempo en aceptarlo.
Que así como llega, se va.
Triste realidad es, que lo que antes fue un insistir sin descanso, hoy solamente es un recuerdo de un encuentro fugaz.
Son pocas las personas que he admirado, y creeme que entre ellas tú estás.
Me sorprendió tu forma de pensar y de entender el porque de dónde estás.
Tal vez yo le parecí muy poco para él.
Y acepto que no podemos llenar las expectativas de los demás.
Pero a pesar de ello, me hizo sentir especial.
Para él fue quitarse una espinita, para mí, algo irreal.
Hoy todo ha pasado, ya nada queda.
Pero esos recuerdos de aquella noche, nunca morirán.