Se que él no me quiere y tal vez nunca lo hará, pero a pesar de saberlo yo lo amo con cada poro de mi piel.
Amo observarlo.
Amo escucharlo.
Amo su risa.
Amo acariciarlo.
Amo besarlo.
Amo el simple hecho de tenerlo cerca.
Aunque se que eso no durará mucho pero trato de guardar cada detalle en mi mente.
Yo lo abrazo como si de ello dependiera que se quedara.
Él me rechaza y eso me hace sentir como si me clavaran mil cuchillos en el pecho.
Trato de alejarme pero él me detiene.
Eso hace que una pequeña luz de esperanza aparezca, imaginando que tal vez y sólo tal vez me quiera aunque sea un poco...