Estaba muy concentrado en el exámen, en realidad era un exámen bastante importante, pero de pronto y sin motivo aparente pensé en él y en la manera en la que solía roncar, era tierno y hermoso.
Cuando caí en cuenta había leído la indicación del exámen sin prestarle atención, debido a ello lo releí, está vez sin pensar en él.
Sentía que en él había tanto por descubrir que aterraba, pero no de ese miedo escalofriante, sino más bien de ese terror emocionante, de ese que te dejaba intriga y quería solo saber más y más.
Me contó acerca de su familia disfuncional, de como lo habían echado de su casa y ninguno de sus hermano y su madre fue capaz de tenderle la mano.
Cuando lo miraba me sentía admirado de como un hombre como él podía haber cargado con tanto y ser tan tranquilo y buen hombre.
Me preguntaba porqué lo habían echado de casa y la única pista que tenía era quizá por su orientación sexual, pensaba que quizá sus padres eran muy conservadores y debido a ello le habían hecho eso.
Qué idiotas.
No quise preguntar el motivo exacto porque pensé que de querer decirlo solamente me lo hubiese dicho.
Entonces caí en cuenta de que faltaban solamente quince minutos para entregar mi examen, el cual no había terminado aún porqué había estado releyendo la misma pregunta una y otra vez mientras pensaba en él.
Entonces fue cuando lo alejé de mi mente por un instante para responder las preguntas en tiempo récord.
—¿Qué tal te fue? —preguntó Ned, cuando nos encontramos en el pasillo.
—Sí, seguro diez. —dije alardeando un poco.
—Calmate, Peter genio Parker —dijo MJ con sorna.
————
Cuándo entré a casa presencié una de las escenas más tiernas y sexys al mismo tiempo.
Traté de no entrar por completo para que no me viera.
Estaba allí, en su escritorio, tenía un vaso de licor a su derecha, en la mano tenía su pluma y su otra mano detenía su cabeza con sus cabellos revueltos, como si hubiera estado allí desde que se puso de pie de la cama, también lo deduje ya que llevaba la bata puesta y no tenía camisa.
Me encantaba ver cómo le quedaba la bata mientras debajo solamente había ropa interior.
Después de unos segundos entré por completo.
—Hola.
—Hola —saludó él tomando el vaso con whisky quizá o también podría ser vodka, dejó la pluma en el escritorio y se recargó encima de sus hojas, como si quisiera impedir que viera sus escritos. Quería hacerlo pero por supuesto pero no iba a hacerlo así de descarado. Quizá era ese tipo de escritor que no quiere que se sepa nada de lo que escribe. Me intrigaba el saber qué rayos escribía y porqué lo ocultaba así. ¿Sería algo de su pasado?
¿Algo que lo dejaría al descubierto?
¿Quién rayos era el tipo con el que vivía ahora? Todo había sucedido tan pronto y tan repentinamente que habían tantas cosas que desconocía de él.
—¿Qué tal el examen?
—Pues no es por presumir pero bastante bien.
Él sonrió amablemente y creí ver orgullo en sus ojos aunque en realidad no pude descifrar si era lo que sus ojos contenían o era lo que yo quería que tuvieran.
Se puso de pie, no sin antes guardar sus escritos en el cajón de su escritorio, me sentía tan intrigado pero al mismo tiempo tan atraído por él.
No tenía una camisa debajo de esa bata, usaba los mismos boxers que la noche anterior (por lo cual deduje que no había dejado de escribir desde que se levantó en la mañana), y los pies descalzos metidos en sus pantuflas azules.
