. . . 𝙉𝙄𝙉𝙀𝙏𝙀𝙀𝙉 . . .

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We've just met, and already she knows me better than you -

Ryan:

- ¿Porqué haces esas bromas? - gruñó ____ en cuanto salinos del aula de psiquiatria

Desde que, después de verme con confusión al recibir le billete, se volteó nuevamente hacia el frente, he estado bastante nervioso aunque si trato de no aparentarlo.

Pero creo que su cerebro lo captó de manera errónea.

- ¿Que? - hablé con confusión, real confusión está vez - ¿Que broma?

- “I am all over you ” - citó el mensaje escrito con una voz exageradamente grave - ¿Que necesidad había?

Era muy simple, a ese punto, comprender cómo ella no quisiera recibir esa confesión de mi parte, y si así lo tomó creyendola broma, sería peor si supiera que era verdad.

- Oh, eso - le resté importancia, hasta fingiendo que no la tuviese - Era para seguirte el juego de cuando me tomaste el dedo

Cuando lo hizo, realmente había creído que era para recambiar el gesto que había hecho yo anteriormente y siendo honesto, había sido lindo.

Evidentemente no era su intención hacerlo parecer así.

Es triste.

Es jodido.

- Lo hice para llamar tu atención - paré de caminar y la miré directamente a los ojos.

Tal vez no estaba tan equivocado al fin de la cuenta.

Sonreí ligeramente, aunque si dudo que fuera realmente visible exteriormente

- Quería que vieras que Aidan estaba sentado entre los demás - terminó de informarme

Mi “sonrisa” cayó en el instante en el cual escuché las palabras “Aidan”  y “Entre los demás”.

- ¿ Aidan? - dije haciendo cada vez más pequeño el espacio entre mis dos cejas - ¿El mismo hijo de perra que conozco yo?

- Eres hijo de la misma perra que lo parió a él - ____ parecía no comprender

P

arecía no comprender cuanto terrible y jodido fuera que Aidan estuviera en el mismo salón de nosotros, el único lugar donde podía estar apartado de el

- Ese no es el punto, cariño - sonreí sarcásticamente - El punto es que en cada singulo momento de mi vida está el, y solamente faltaba verlo en horarios de clase

- Pues, te acostumbraràs, cariño - se burló del nombre con el cual la había llamado de manera muy notoria - Adiós Ryan

No me concentré ni siquiera en mirarla irse porque apenas comenzó a alejarse, me dirigí hacia la habitación que me había sido asignada

Quería saber que mierda hacia Aidan en el salón de psiquiatría, me preguntaba seriamente si tenía tantas ganas de estar pegado a mi, peor mucho más probablemente, la respuesta era ____.

Cuando llegué frente a la puerta, traté de abrirla y entrar con normalidad.

Pero con “normalidad” no quiero decir haberme estampado de espalda contra la pared, como en realidad sucedió.

- ¿Que carajos te pasa? - de todas maneras, ahí me encontraba yo con en frente mi hermano.

Su rostro cada vez se hacía más rojo y los nudillos de sus puños, con los cuales me estaba agarrando desde el cuello del saco del uniforme, cada vez más blancos

- ¡Quítame tus asquerosas manos de encima! - dije respirando pesadamente, casi gritando

Pero él, nada, seguía tomándome fuertemente por el saco y yo seguía insultandolo.

Algo sin duda infantil, pero siempre había sido así.

- Cállate, Ryan - habló con una expresión extremamente contagiada por la cólera - ¡Cállate ahora!

- ¡No sé ni siquiera porqué estás haciendo esto, maldito idiota! - gruñí con molestía.

Aidan no me intimidaba, se que en realidad quien estaba más espantado entre los dos era él ya que siempre había sido quien podía decirme o hacer cualsease cosa sin obtener una reacción, ahora no sabe cómo enfrentar la situación.

No era su ambiente.

- Cierra el hocico, Ryan, maldición, te lo advierto - se que ahora había comenzado en cuarta - Eres una mierda de hermano - su respiración era pesada, casi como si gruñera a cada inspiro.

Su último comentario esquivó completamente la parte sensible de mi, llegando más bien a los conductores de noradrenalina.

- Juro que si dices una palabra más, arrepentirás no haber nacido mudo - pronuncié con mucha más calma de la que en realidad sentía.

- Oh, no cuatro ojos - río con tanta arrogancia que solamente eso bastó para terminar de molestarme

Todo lo que hice fue empujarlo con las piernas, para luego intercambiar lugares.

- ¿Aún te da tanta risa? - miré directamente sus ojos

Era bastante espeluznante ver a Aidan, es una sensación rara el verse casi reflejado en otra persona, la cual sin duda, desprecias

- ¿Aún te gusta tanto coquetearle a ____ frente a mi? - dicho eso, fue fácil comprender.

El había presenciado todo, probablemente era uno de los que, teniendo el billete en las manos, lo leyó

Rápidamente lo solté y el igualmente se movió de la posición en la que estaba, sacudiéndose y acomodando su camisa

- No sabes nada de ella - entrecerró los ojos y comenzó a acercarse nuevamente a mi - La acabas de conocer, ¿Cual es su color favorito?, ¿Donde le gusta ir cuando está triste?, ¿Y cuando está feliz, triste, enojada?

Yo solamente retrocedía, tratando de evitar un nuevo contacto físico con él.

- Si, nos acabamos de conocer - le di la razón - Y ella ya me conoce mejor que tú.

𝐁𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑 𝐁𝐎𝐘𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃  [Aidan Gallagher] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora