Ante esta señal -ˋˏㅤ♪ ㅤrecomiendo dar inicio a la música de multimedia.-ˋˏ✄┈┈┈┈ 𝓟𝓮𝓻𝓹𝓮𝓽𝓾𝓸𝓼 ♡
Año Luz 006
Naves caza.
Las ultimas en alcanzar la velocidad de la luz.
Dentro de estas transportadoras monstruosas se llevaba a cabo el festejo de una invasión, una victoria más para la raza ciborg. Todos celebraban y brindaban incluso algunos se les veía cantar usando sus avanzados cuerpos para generar la música de fondo y algunos coros. Otros sacaban a la luz instrumentos haciendo sus propias melodías era una fiesta, una victoria contra sus enemigos los centinelas que habían caído gracias a su fuerza, inteligencia y poder.
Los ciborgs eran una especie sobresaliente, rasgos humanos pero con extremidades metálicas avanzadas logrando alcanzar la perfección eran entes superiores temidos y respetados.
—¡Murieron por su insolencia!
—Nadie es capaz de hacernos frente ¡nadie!
Celebraban, incluso algunos liberaron razas débiles como juego de apuestas juntándolas en un pequeño coliseo para divertirse y apostar.
Todos tenían razones suficientes para gozar hasta dejar sus circuitos ebrios. Si, ebrios ya que esta raza de supuesta tecnología autónoma e inteligente había creado su propio licor uno especial por supuesto capaz de dejar en modo automático cada sentido de los miles que tenían, la lógica se esfumaba.
Bebían con confianza ya que nadie puede desconfiar de su propia raza su propio pueblo y legado.
Uno de esos soldados se rehusaba a dejar a un lado sus impecables circuitos elaborados con el metal precioso de estrellas caídas. No, no era por desconfianza tampoco que no le diera gusto el triunfo de su raza contra los centinelas, nada eso. Solo no le gustaba, le incomodaba no estar en sus millones de sentidos y capacidades era mejor ser quien cuidara bien los alrededores ya que están navegando en el centro de la galaxia lo que sea que exista en esa infinidad les puede atacar y estando con semejantes niveles de protección no sería nada bueno.
No.
No se arriesgaría.
Así no era el ciborg más fuerte jamás creado que se tenga registrado.
Un ser perfecto, hermoso tan único y capaz que incluso era conocido en más de una galaxia, temido, odiado, respetado y amado por muchos más de los que alguna criatura puede asimilar, los ajenos que no le conocían tal vez serían los seres incapaces de procesar lógica o raciocinio.
—¡Satoru!
El ciborg dejo de mirar el basto mar oscuro inundado de estrellas y constelaciones para poner atención a su llamado.
—¿Qué haces aquí? Las apuestas con los rogats empezaran.
—Está bien, pueden jugar sin mí, no quiero quitarles a los demás sus ganancias de esta batalla. — contesto con naturalidad reflejando una sonrisa divertida ya que de su rostro era lo único por apreciar, de su piel de acero delgado y terso nacían algunos átomos oscuros que formaban una pantalla negra como antifaz ocultando sus ojos.
Los ciborgs habían mantenido su primitiva forma humanoide, era lo único que tenían de aquella raza pútrida y cretina. Vestían ropas extravagantes y finas, no era que tuvieran que ocultar algo bajo estas simplemente les daba más carácter y presencia contra otras razas menos civilizadas.
—Como quieras, solo no digas que no te avise— se marchó su más cercano e íntimo amigo, el ciborg de ébano y mercurio Geto.
Otros minutos de tiempo siguió frente a ese cristal de escudo admirando y vigilando los alrededores que nada ni nadie se acercara a la nave. Inspecciono su porcentaje de muertes y victorias, su reporte para la corte suprema de su planeta toda la información cifrada en un lenguaje único entre ellos.
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𝓟𝓮𝓻𝓹𝓮𝓽𝓾𝓸𝓼
FanfictionSe extinguieron entre ellos mismos mientras que trataban de crear un ejército para su planeta logrando el fracaso total y ser la burla de las otras razas. No hubo quienes los incitaran a llevar su desaparición en la existencia, la humanidad fue tan...