Colores

294 37 30
                                    

Ante esta señal -ˋˏㅤ♪  recomiendo reproducir los audios multimedia, para más placer.

-ˋˏ┈┈┈┈ 𝓟𝓮𝓻𝓹𝓮𝓽𝓾𝓸𝓼

Itadori caminaba tras Satoru, que le guiaba posiblemente a la habitación donde se hospedaba, sus ojos veían desde su nuca que reflejaba su cabello bien recortado al extraño bulto que cargaba con una sola mano. Se sentía salvado y por fin había dejado salir el aire de sus pulmones con un suspiro, admirando la anatomía del ciborg calculaba que tal vez media alrededor de dos metros o más... en realidad todos median eso... incluso comparo su altura con la mujer que había querido abrir su interior y podía jurar que incluso ella le pasaba por algunos centímetros.

—¿Estas bien?

La voz masculina del ciborg se escuchó.

—Si— contesto fingiendo que de verdad lo estaba.

—El que estuvieras a punto de ser examinado con vida no debe de ser la mejor de las experiencias ¿Por qué mentir? — Satoru sonrió.

—Bueno la verdad sigo un poco aturdido— confeso— por cierto... lamento haberlo molestado Satoru.

—¿Molestar? — El ciborg borro su sonrisa negando con la cabeza— Ahora eres mi responsabilidad, lo que te afecte o no jamás será una molestia Yuji.

El humano le miro, esta vez dándole una sonrisa pequeña agradeciendo escandalosamente en sus adentros.

—Ven, traje algo para ti. — Satoru continúo el camino.

Yuji desde atrás daba ligeros trotes siguiéndolo.

Hace mucho que no oía mi nombre de otra persona. Pensó Itadori, recordando esa última vez... aunque tras lo vivido con los otros ciborgs dejo en blanco su mente seguía con ese sentimiento de pánico en su pecho.

Tras algunos pasillos y atajos hacia la habitación, Satoru le dio el paso.

Itadori que aun cargaba las prendas las dejo en la cama improvisada.

—Si tus intenciones no eran hurtar mis prendas entonces ¿para que llevarlas? — Satoru le hablo con una sonrisa decorando sus labios mientras apretaba algunos botones ocultos.

Yuji le miro.

—Bueno... yo dormí sobre ellas ¡ah! — Sus gestos tomaron una luz más tímida— lamento mucho arruinar tu ropa... tenia tanto frio ayer y no encontré cobertores y los míos no eran suficientes.

Itadori hablaba cada vez más bajito con un puchero en sus labios, desviando su mirada tal cual un niño admitiendo su travesura.

Satoru le dio una risa suave.

—Mi error— alzo su mano mostrando su media sonrisa— olvide las condiciones climáticas a las que estás acostumbrado así que entrar al espacio debió ser un cambio brusco.

Del suelo salió una elegante mesa de color blanco junto con un asiento.

—Ven— le invito a sentarse con una señal de mano. Un gesto de auténtica caballerosidad.

Itadori asintió aceptando la orden. El ciborg saco del misterioso costal muchas cosas bastante extrañas nunca antes vistas por los ojos castaños humanos.

—¿Qué es eso? — pregunto asombrado viendo formas, colores nuevos incluso había algunas completamente negras.

—Supe que tus propias provisiones eran limitadas— tomo uno de esos objetos— así que salí a buscarte más comida, me base en los que me mostraste ya que no sé si todo puedas digerirlo bien.

𝓟𝓮𝓻𝓹𝓮𝓽𝓾𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora