Renacer

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Antes de ser alguien.

Antes de si quiera tener conciencia mi vida ya estaba destinada a servir para otros. Mi vida se había partido en dos, una era los pecados y condenaciones mientras que la otra... era la cobardía y la miseria que inunda todo de mí.

El humano al fin pacto con seres de otros mundos y mas que mundos algunos de ellos decían ser incluso de otros universos.

"¿Quién se creen para imaginar que eran los únicos?"

Hay vida en más de un planeta, pero nosotros no somos capaces de salir de nuestro egocentrismo.

"¿Por qué creen que hay momias? Ellos eran solo un prototipo, estuvimos a punto de enseñarles como resucitar, su organismo es tan fácil y sin complejidad. Son una especie en la cual quisimos experimentar, enseñar de verdad pero ustedes, humanos carentes de capacidad solo piensan en el poder y sobrepasar a otros... incluyendo si deben de destruirse entre ustedes"

Eso dijeron una vez que pudieron comunicarse con el gobierno ruso.

La humanidad al fin hizo contacto y en aquel idioma alienígeno nos dejaron claro que los verdaderos herederos de su conocimiento quedaron en el pasado.

Egipto, Perú, China y México fueron los que en su mayoría recibieron esos conocimientos, en la construcción de sus monumentos históricos.

—¡Es injusto!

—Debemos de estar preparados si vuelven... si piensan en declarar guerras de mundos.

—¿Qué podríamos hacer contra ellos? ¿Vieron esas naves? ¿Ese físico? ¡A puesto que tienen lo suficiente para hacer estallar el planeta ahora mismo!

—¿Qué podríamos hacer contra... otros mundos?

—¡Mejores armas!

—¡Nuevas naves! ¡Unas con mayor capacidad para llegar al espacio!

—Tal vez debamos de fortalecer incluso nuevas bases de operación, herramientas de vigilancia y escaneo...

—Podríamos desarrollar armas para los satélites o escaneos globales si tan si quiera otra nave se acerca.

—¿Qué dices? Ellos nos subestiman... vienen sin arma alguna porque saben que no tenemos la capacidad... si no nos han aniquilado por completo es solo porque les interesa nuestra flora y fauna.

Potencias mundiales reunidas en una sola sala, con micrófonos que traducían inmediatamente la lengua ajena a sus conocimientos, humanos de todo tipo de piel, rasgos y cultura que por primera vez supieron que eran insignificantemente iguales gracias a la llegada de las razas de otros mundos.

—Es claro que no caerá un Superman del cielo para defendernos... ya que aun si existiera uno... viene del espacio llegaría aquí solo para hacer más rápida la masacre.

—Tiene razón ministro— Una voz que no pertenecía a un poderoso político, ni rey, ni presidente— no caerá un Superman de los cielos para competir contra ellos... nosotros debemos de crearlo.

—¿Quién es usted?

Algunas miradas dieron con esa persona, un hombre que aparenta los treinta años o más, vestido en su mayoría con ropas impecables y blancas caminaba justo al centro de esa sala, sus manos entrelazadas detrás de su espalda baja, un semblante tranquilo sin mucho que expresar y unos cristales protegiendo sus ojos posiblemente le ayudaban a tener una mejor vista.

—Mi nombre es Itadori Jin. Y quiero dar la solución a este... choque de razas.

—¿De qué habla este hombre? ¿Y cómo se atreve a interrumpir una junta reunión de nosotros?

𝓟𝓮𝓻𝓹𝓮𝓽𝓾𝓸𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora