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Bajé del auto junto a Will y sus amigos, excepto Dustin, quien estaba en un campamento. Will me había pedido que lo trajera a la piscina en donde trabajaba Billy, por lo que acepté ya que podía aprovechar y ver a mi novio.
Nos registramos en recepción, aunque el chico prácticamente vió mis pechos todo el rato, y luego entramos al lugar.
No era muy fan de las piscinas públicas, más si habían niños corriendo por todos lados.
Me disgustaban porque personas desconocidas tenían que ver mi cuerpo, también porque el agua de la piscina se terminaba calentando al haber tanta gente, y, por último, odiaba este lugar en especial, porque todas las mujeres (a veces también hombres) veían a mi novio.
Todos sabíamos que Billy era, probablemente, el hombre más caliente de Hawkins actualmente. Y, por supuesto, las mujeres se lo dejaban saber cada vez que venían aquí a verlo específicamente a él.
Los niños dejaron sus pertenencias junto a mi reposera, y corrieron al agua a divertirse. Antes de irse, Max me pidió si podía poner protector solar en su espalda, ya que al ser tan blanca, su piel no se bronceaba, se quemaba y le dolía.
Cuando la niña estuvo totalmente empapada en la crema, corrió al agua y se tiró de cabeza. Reí al verlos disfrutar, especialmente a Will, se reía y la estaba pasando bien.
No sabía en qué momento habían crecido tanto, Will estaba casi más alto que yo, y Mike ya me había pasado.
Dejando de lado a los niños, quité mi musculosa y también el short de jean, me hice un coleta alta y solo dejé mi flequillo suelto. Me acosté en la reposera y me coloqué los anteojos de sol, odiaba broncearme, así que mientras más lejos esté del sol, mejor.
A unos metros míos se encontraba la señora Wheeler y sus amigas, no me agradaban mucho, quiero decir, la señora Wheeler era amable, pero miraba mucho a mi novio.
No la juzgaba, según lo que me había contado Nancy, la señora se había casado muy joven y su esposo era, por lo menos, 20 años mayor que ella. Era joven y no pudo disfrutar su juventud, muy triste, pero eso no le daba derecho a babearse con mi novio.
Rodé los ojos y me enfoqué en la silla de los guardavidas, Heather estaba bajando de ella, lo que significaba que el turno que seguía era de Billy.
Al parecer, yo no era la única que lo sabía, ya que las mujeres de mi alrededor comenzaron a sentarse más elegantemente y a escotar sus bikinis.
Cerré mis ojos y suspiré, color bonito, recuerdo bonito, respira hondo y luego podrás matar a esas mujeres.
Reí suavemente al darme cuenta de lo que estaba pensando.
