Fin

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La noche todavía era jóven, al igual que aquel muchacho que se acercaba lentamente al desconocido sentado bajo la luz de un pequeño farol.
Mientras más se acercaba, más se percataba de la respiración agitada de aquella persona; realmente no era de su incumbencia pero él sentía el impulso de acercarse, de saber si era aquella persona que él creía que era.
Ya a unos pasos de distancia, el jóven argentino se detuvo, decidió tomar algo de distancia para no asustar a su nueva compañía.

—— Ehhh —— Dijo por lo bajo, pero el silencio muerto de la noche lo hacía escuchar fuerte y claro. Los pocos grillos que se escuchaban no emitían el suficiente sonido para resaltar, a penas eran perceptibles.

Aquel hombre se acomodó en la banca, con una posición recta, todavía no se giraba pero esa fue señal suficiente para el otro jóven de que tenía su atención.
Éste se acercó un poco más, parándose al lado de la banca pero sin mirar a quién tenía a su lado izquierdo. Su mirada estaba centrada en las calmas aguas.

—— Perdoná que te moleste, es sólo que...——

— ¿Argentina? — Reconoció finalmente el extraño.
Argentina finalmente se dignó a mirar a su contrario a la cara y descubrió finalmente de dónde venía aquel sentimiento de familiaridad.

Irlanda estaba mirándolo, se lo veía mal, ojos decaídos, pelo despeinado y ropas elegantes pero ya algo arrugadas, manchadas y mal acomodadas. Un lado que el argentino jamás había visto de quién era su jefe.
La mirada de este le hizo entender que nada estaba bien, no para él.

—— Irlanda... Disculpá, te juro que no imaginé que te iba a encontrar acá a esta hora. A propósito ¿Qué hora es ya? ——

— Las dos de la mañana, y podría decir lo mismo de tí. ¿Qué haces aquí? —

—— ¿Paseando? Es un lugar público y... ——

— No quería sonar rudo. Uhg — Bufó. Muchas cosas se estaban cruzando por su cabeza y volvía a sentir pesadez en su pecho, una pesadez que no le permitía respirar. — Fue una noche larga —

El silencio volvió a reinar en ese espacio entre aquellas dos personas, pero esta vez no era un silencio de muerte, era más bien uno tenso.
Por alguna razón, ahora el canto de los grillos era más presente.

—— Estaba en la casa de Chile, una noche de películas para ser más específico. Ahora yo ya estoy volviendo a casa. ——

— Por lo menos a alguien sí le fué bien esta noche —

—— No, no, no. No me refería a eso. Para ponerlo en palabras simples, digamos que Chile no es mi tipo. —— Se excusó rápidamente, interprerando lo que le comunicó su contrario.

Nuevamente el silencio, incómodo sólo para el irlandés quién sentía la mirada del argentino posando en él, esperando una palabra, un sonido, un movimiento; analizándolo.
Pensó un poco, miró a Argentina y se apartó haciendo más lugar en la banca.
Apoyando su mano en el espacio vacío le dijo al otro — No sé si tienes tiempo para esto pero... Realmente necesito hablar con alguien. —

Argentina no dijo nada y simplemente se sentó.

— Primero antes que nada, quiero que de momento no me veas cómo tu jefe. No tengo a nadie, mírame por unos momentos y dime si este es el Irlanda que tu conoces... —

—— Irla... Irlanda. Mirá ya sé que es tarde y todo pero si me paré y acerqué a este lugar fue por algo. ——

Sus ojos finalmente encontraron los del otro. — Bien. — Prosiguió el mayor, rompiendo la confección mirando al agua. — Esta noche fue una mierda ¿Si? Realmente creí que sería la noche ideal, perfecta. Yo tengo... Tenía una novia, la cuál hacía ya meses que no veía. Lo admito, descuidé demasiado esa relación, asumo toda responsabilidad de eso pero ¿Sabes que es lo peor? Que yo siquiera me daba cuenta. Mi mente estaba día y noche divagando en el trabajo, más que nada por lo agitados que fueron estos últimos meses, y cuándo no era trabajo eran otros problemas personales. Ella me tiraba en cara mi ausencia, preguntándome cuándo nos veríamos. ¿Suena egoísta si te digo que, de haber sabido que esto iba a pasar, habría pospuesto todavía más nuestra fecha de encuentro? ¿Realmente descuidé tanto esta relación? — La respiración se hacía cada vez más pesada, más fuerte. Miraba para arriba en un intento de no permitir que las lágrimas volvieran a salir en aquel momento. No se permitiría caer tan bajo frente a alguien que trabaja para él, que no lo conoce en absoluto pero ya había pasado por su mente un par de veces. Respiró ondo, para regularse un poco, y continúo — Duele, demasiado, pero a la vez me resulta satisfactorio. Siento cómo si me hubieran sacado un peso de mi espalda, y me siento tan culpable por eso. Una persona que amé y todavía amo, sentir dicha liberación a su ausencia es simplemente... — Bufó, apretó los puños y luego relajó, dejándose caer levemente y volviendo a apoyar los codos sobre sus rodillas.

Argentina lo miraba expectante, a decir verdad, decía bastante sobre esa persona al permitirse mostrarse en un momento de mera vulnerabilidad.

—— Mirá, yo jamás tuve una pareja o algo parecido, pero puedo decirte que es completamente comprensible que te sientas así. Creo que estás confundido, fue un golpe duro e inesperado, como vos me lo describís. ——

Un trato de consuelo, eso intentaba, pero le resultaba difícil debido a que las palabras simplemente no salían.

—— A veces las cosas no se dan. Tratá de verlo así, si sentís una liberación es porque esa relación ya era una carga, no la estabas disfrutando e intentaba mantener el enamoramiento inicial. Un amor que no pasó la tormenta. También te queda la experiencia por si, en algún futuro, querés intentarlo con alguien más. Pero hay que aprender a soltar, dejar ir. ——

Los dos se quedaron mirando al inmóvil agua, el canto de los grillos regresó a su plano inicial, casi imperceptible. El silencio ya no era incómodo, ni de muerte, sólo silencio.

Un par de lágrimas cayeron sobre las manos de Irlanda, nuevamente volvería a llorar, pero lo contuvo. Ya fue suficiente la lástima que ya le sentía el argentino.

— Gracias — Finalmente.

Se sentó derecho en la banca, acción que prosiguió a que el argentino levante su cabeza y se siente de la misma forma.
Ahora estaban más cerca el uno del otro.

— A decir verdad, jamás tuve la oportunidad de permitirme expresarme de esta manera ante otro.—

—— ¿Podemos dejar las formalidades? Ya es incómodo ——

Irlanda lo miró de forma sería y el argentino soltó una carcajada, que contagió al otro.
El albiceleste apoyó su mano en el hombro del otro, seguidamente dijo —— Che... Lo digo posta, si en algún momento querés hablar o te puedo ayudar con algo, vos sabé que voy a estar ahí. —— Se miraron a los ojos y le sonrieron al otro.

La noche era hermosa ahora, el parque se veía un poco más iluminado y el cantar de los grillos parecía una melodía. Cómo toque final, la luna en su cuarto menguante siendo reflejada cuál espejo en el río.
La distancia se hizo todavía más corta entre los partícipes.

— Creo que ya sé dónde se abre este nuevo capítulo en mi vida.

————

Bueno, se me salió lo sentimental.

Che, me sorprende el cambio que hay entre la narración de este capítulo y los anteriores de este libro.

A decir verdad, gracias al mensaje de cierta persona (a la cuál le dije que no iba a darle un final) decidí recapacitar por millonésima vez y hacerle un final a este libro de una vez por todas.

Sinceramente, el IrlArg ya no me gusta, y leo este libro y me da un cringe de  la re puta madre. Pero veo que a muchas personas si les gusta todavía y me recuerda a las cosas que yo escribía a los 13 años (al momento tengo 16 lpm) y me da nostalgia, así que no lo borro, ni lo dejo en privado o nada así.

Este libro claramente estaba planeado para ser más largo pero, pasaron cosas, no tenía tiempo, tenía cosas que hacer, le perdí el gusto al ship, me alejé un poco bastante del fandom, excusas, excusas y finalmente se terminó por dejarlo hasta donde estaba, abandonarlo básicamente.
Pero la insistencia de las personas me hizo tratar de obligarme a hacer un último esfuerzo y escribir esto.

Personalmente, no me gustan los finales abiertos, no me gusta que la historia concluya en hipótesis que jamás serán respondidas o demostradas.
Es corto y no creo que haya sido lo mejor que pude ofrecer, pero tampoco que tenía demasiadas ganas de terminarlo.

Creo que este libro era una etapa de mi vida que todavía no estaba lista para decir adiós. Es decir, leo los capítulos, miro la portada y recuerdo el momento preciso en el que los hice, con toda la ilusión, y es bonito ver el alcance qur tuvo. Pero como dijo Argentina, soltá nena, soltá.

Vuelvo a recordar que si alguien quiere hacer alguna continuación de este libro, que se sienta libre de hacerlo.
Ya soy un fantasma en wattpad, ya casi ni lo uso.

Finalmente me despido, pero primero me quería disculpar por la demora y porque la espera realmente no valió para nada.

Chau <3

†Hεy_βιηηγ†

Ⓦⓞⓡⓚ || ɪʀʟᴀɴᴅᴀ x ᴀʀɢᴇɴᴛɪɴᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora