La puerta del otro lado del pasillo finalmente se cierra con un clic, pero Hermione apenas puede oír nada por encima de su propio corazón que late con fuerza. Snape está demasiado cerca. No está lo suficientemente cerca.
La besó. Ella le preguntó por qué seguía aquí y esa fue su respuesta: un beso. ¿Era su respuesta o sólo intentaba callarla? Funcionó. La besó, y ella le devolvió el beso.
Respira profundamente, y ahí está de nuevo: hierba recién cortada, pergamino, ingredientes de pociones. ¿A qué demonios está jugando Slughorn?
"Percy trabajaba en importaciones mágicas", dice ella. "¿Y si pilló a alguien contrabandeando los ingredientes de Amortentia, y...?"
El resto de la frase se le atasca en la garganta. Las manos de Snape siguen en las caderas de ella; sus pulgares rozan su cintura de un lado a otro. Casi como un intento de consuelo.
"Es una posibilidad", dice él, y el tono de su voz acciona ese interruptor en su mente, el que la hace cambiar al tiempo pasado cuando piensa en Percy.
Si Slughorn tuvo algo que ver con las desapariciones de Percy y Oliver, Hermione va a atraparlo. Lo verá encerrado en Azkaban. Se acabó la mansión en expansión.
Abriendo la puerta con suavidad, entra en el vestíbulo. Snape la sigue de cerca, con una mancha de su carmín decorando su boca. Siguen ese aroma embriagador y acaban encontrando una puerta fuertemente protegida. La magia que emana de ella es desagradable, tan aceitosa como la sonrisa de Slughorn. Tanto Hermione como Snape prueban su magia contra la puerta, buscando en las esquinas, tratando de encontrar un punto débil, pero es inútil. En una casa vacía, no habría problema, pero...
"No creo que podamos quitar las protecciones sin alertar a Slughorn", dice Hermione.
"Estoy de acuerdo. Y aunque creo que cualquiera de nosotros podría vencerle en un duelo, quizá no sea lo más prudente con una casa llena de testigos."
No puede evitarlo. Se ríe. "¿Implicando que no tendrías reparos en seguir adelante si Slughorn estuviera solo?"
"Obviamente".
Los aurores no pueden registrar sin una orden judicial y, para obtenerla, necesitarán más pruebas que el olfato de Hermione y Snape.
"Quizá deberíamos volver", dice ella. "Estuvimos un buen rato en ese armario. ¿Cuánto tiempo podemos estar aquí arriba sin levantar sospechas?"
"¿Cuánto tiempo desaparecimos en las funciones de la Orden?"
Hermione levanta las cejas. "Ni idea. Siempre he perdido la noción del tiempo".
Su risa baja la lleva de vuelta a esos momentos robados. "Sí. Como yo".
Llevarlo al armario de las escobas para que le dé más besos y explicaciones es una mala idea, pero se le pasa por la cabeza igualmente. Los imagina como antes: enredados en una habitación libre, con la túnica de él áspera contra los muslos de ella, con una mano tapándole la boca para acallar sus gemidos. Los imagina como podrían ser: todos los secretos al descubierto, la túnica de él en el suelo junto a la de ella, la luz de las velas parpadeando mientras ella besa burlonamente la piel que nunca ha visto.
"Volveremos en otro momento", dice él, sacándola de su ensoñación. Hoy no hay bromas. "¿Vamos?"
Casi se levanta y le limpia la mancha de carmín rojo de la comisura de los labios con la yema del pulgar. Como si aún estuvieran juntos, aún se escabullen en las fiestas. En cambio, le ofrece un pañuelo de papel del bolsillo de su chaqueta. No quita la marca por completo, pero parece que han hecho un esfuerzo. Volver con el pelo desordenado, la ropa desarreglada y los besos de lápiz de labios por toda la cara haría que pareciera que estaban intentando parecer que habían estado haciendo... exactamente lo que habían estado haciendo.
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𝑀𝑖𝑡𝑎𝑑 𝑎𝑔𝑜𝑛𝑖𝑎, 𝑚𝑖𝑡𝑎𝑑 𝑒𝑠𝑝𝑒𝑟𝑎𝑛𝑧𝑎 [𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒]
FanfictionCuando su romance secreto se vuelve un poco menos secreto, las cosas se desmoronan. Años después, se vuelven a encontrar. #Sevmione SS/HG. 【Los personajes reconocibles son propiedad de J.K Rowling. Traducción Autorizada✔】