Capítulo 3

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No logro ir con Soobin como lo había planeado, e incluso el fin de semana se mantuvo pegado a la computadora haciendo unas presentaciones importantes pues las juntas programadas para la campaña de publicidad se habían adelantado.

Lo único que hizo Soobin fue hacerle compañía sentado silenciosamente cerca de él leyendo un libro, siempre ha sido muy respetuoso y no quería interrumpir con su trabajo.

Y aunque intento hacerlo lo más rápido posible ya era de madrugada cuando terminó y nuevamente lo único que deseaba tener cerca es una cama cómoda y dormir lo suficiente.

Soltó un gran suspiro, seguramente después de tanto esmerarse ya tendría más tiempo libre en el futuro. Solo deseaba que su cuerpo aguantar un poco más el ritmo que llevaba tan insano.

Por esa noche no se fue a dormir junto a su esposo, ni siquiera se levantó de la silla donde estaba, se quedó profundamente dormido ahí mismo.
Al menos en sus sueños si podía hacer muchas cosas con su marido sin preocupaciones.

[...]

—Deberás ser modelo no se que haces aqu...

Soobin tomo una galleta y la coloco en la boca de Hueningkai, estaba concentrado colocando las medidas exactas de ingredientes en la batidora pero el pequeño castaño no paraba de hablar a lado suyo.

—Tu deberías estudiar.

—Soy el mejor de mi clase por debajo de quince de mis compañeros —tomo asiento en un banco de madera que se encontraba cerca, ver a Soobin apretando botones y vertiendo mantequilla le resultaba increíble, ver a Soobin en si era increíble para él.

Tenía una altura más que ideal, gracias a su complexión no importaba lo que usará siempre se veía bien, incluso con un gorro de cocina y harina en su mejilla que había sido salpicada por una aspa y cayó ahí al estar tan cerca de la batidora.

—Oye Choi esto te puede interesar —Jin se acercó—. Al parecer tu amigo Beomgyu hizo un pedido de galletas, la entrega es en Minisode.

—Yo voy.

Ni siquiera lo pensó más, acabo su mezcla y la cubrió con plástico antes de meterla al refrigerador a qué reposará y la levadura hiciera su efecto.

Empacó un panqué extra para llevarle a Yeonjun aprovechando la ocasión.

Se subió en el asiento del copiloto y espero a que Hueningkai se pusiera en marcha en la camioneta que usaban para repartir. Kai a pesar de su corta edad conducía de maravilla y ya tenía su licencia.

—Me quedó aquí, supongo que quieres hacer la entrega tu mismo —saco su celular para entretenerse en lo que esperaba.

—No tardaré.

Se dirigió a la dirección que estaba marcada en el papel que Jin le había dado. Antes visitaba con las frecuencia la empresa donde Yeonjun trabaja ya que hacía pedidos a cada momento como una excusa para verse.

—Hola Soobin —Beomgyu lo recibió feliz en su propio espacio creativo. Todo estaba lleno de hojas con bocetos y algunos dibujos terminados, tenía varias tablets de dibujo en su escritorio y algunas bolas de papel en el suelo, supuso que eran ideas desechadas.

—Hola, ¿Cómo va tu día?

—Mejor ahora que te veo —recibió con gusto su pedido—. Pedí que me trajeran café, ¿Puedes quedarte aunque sea unos minutos?

“—Quedate solo un rato conmigo, serán unos minutos no quiero que te regañe Lea —le dió un corto beso en los labios—. Te adoro mucho.”

Un lindo recuerdo paso por su cabeza.

—Esta bien, si solo son unos minutos.

[...]

Estaba seguro de lo que había visto, Choi Soobin entrando en la oficina de Beomgyu y se trataba de una oportunidad perfecta.

—No sabía que tu esposo venía hoy.

—¿Soobin está aquí? —Yeonjun se levantó de su asiento.

—Si está con Beomgyu, al parecer desde la cena del otro día se han llevado bien —sonaba sereno, quería provocarlo un poco.

—Esta con Beomgyu —repitió en un murmullo, ¿Que hacía con él?

—Aunque viene un poco desastroso, tiene harina en la cara, y el cabello completamente desordenado —menciono—. Supongo que fue la prisa por venir rápido.

La cabeza de Yeonjun estaba generando cientos de ideas y justo tocaron la puerta.

—Pasa —hablo Heesung.

—Yeonjun vine a traerte esto —Soobin alzó una bolsa de papel y sonrió.

—No tengo hambre —sus palabras salían sin interés—. Puedes retirarte te veo en casa.

—Oh... Si —su pecho dolía, no fue la respuesta que esperaba, se dió la vuelta dispuesto a irse.

—Soobin —el mencionado volteó con un poco de ilusión todavía—. Tienes la cara sucia limpiaté antes de que todos te vean así. También acomoda tu cabello.

Se retiró en silencio y se dirigió al baño más cerca que encontró, lavo su cara con agua fría y paso sus dedos entre su cabello para mejorar su apariencia. Sus ojos estaban brillando, pero no sé permitiría llorar. Salió del baño después de tirar lo que le había llevado a su esposo al bote de basura.

—¿Estás bien? —Hueningkai estaba preocupado por los ojos vacíos de Soobin y la tristeza que transmitía.

—Solo vámonos, por favor.

🌠 TalesOfHueningPrince

No te avergüences de mí  ➣ YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora