CAPITULO 13

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El pequeño rubio de nueve años era muy bueno escondiéndose.

A Félix le gustaba oír las reuniones de su padre a escondidas, ya que el marques Graham de Vanily siempre era astuto en sus negocios, dejando sin salida con quién comercializaba.

En esta ocasión se encontraba debajo de la pequeña mesa que sostenía una lámpara, el hecho de que estuviera ubicada en una esquina de la habitación y de que tenía un mantel largo le proporcionaba un buen escondite.

En este momento quien discutía con su padre era un agricultor que no había pagado su dote por tres meses. La familia Graham de Vanily le había entregado un par de hectáreas de tierra al hombre dándole un lugar donde vivir con su familia y mantenerla a cambio de cierta cantidad de producción al mes, ya sean frutas, verduras o trigo, sin embargo el hombre estaba muy atrasado con su pago.

- Se-señor, la inflación ha subido muchísimo este año debido a la guerra. - hablaba el campesino nervioso, retorciendo su sombrero en sus manos. Se veía muy delgado y ojeroso, no lo estaba pasando bien - Las semillas aumentaron de precio el triple y han bajado mucho la calidad. Hace poco sembré rábanos, pero ninguno brotó. Deme un poco más tiempo, le pagaré.

Félix observó a su padre desde su posición. El hombre estaba sentado en su escritorio sosteniéndose el tabique de la nariz, seguramente pensando lo que haría, detrás del marqués se encontraba su hijo mayor, Philip, quién tenía 17 años y miraba fijamente a Félix con una ceja alzada.

El pequeño se encogió en su escondite, no sabía cómo, pero su hermano mayor siempre lograba encontrarlo.

- Escucha. - habló Raphael Graham de Vanily, dando un ultimátum al pobre hombre frente a él - Te daré dos semanas para que me pagues un mes dote. Si este mes logras pagar por completo te voy a exonerar un mes.

El plebeyo asintió con ahínco agradeciendo la oportunidad al noble. Luego de ello se retiró.

El marques se sobaba las sienes, se le notaba estresado.

-Ésta noche tengo una reunión con el parlamento. Estarás a cargo de la casa en mi ausencia, Philip. - habló un tanto cansado.

-Cómo ordenes padre.

-Otra cosa, Félix, sal de ahí, los hombres de verdad no nos ocultamos, siempre damos la cara.

El pequeño rubio hizo una mueca de disgusto salió de su escondite.

-¿No deberías estar en tus clases de esgrima? - preguntó el mayor.

-No quiero, siempre es lo mismo. Ya incluso les gano a los niños grandes, a la hora de una pelea real tantas posturas no me van a servir de nada. - dijo el pequeño enfurruñado, a lo que su padre sonrió.

-Puedo entender eso, hablaré con tu instructor para que te suba de nivel. - apremió su padre.

-Padre, ¿Qué te parece si hablas con el comandante Tsuguri? Él está entrenando a niños desde pequeños para que sean soldados. - Dijo el mayor de los hermanos.

El mayor lo pensó por un momento. En eso Félix miraba a su hermano mayor con emoción y gratitud.

-Muy bien - asintió el Lord - Hablaré con él esta noche.

El pequeño rubio sonrió y abrazó a su padre con efusividad.

- Prometo que voy a esforzarme mucho. - dijo él niño cosa que hizo sonreír a su hermano.

- Sí que tendrás que hacerlo. Escuché que la hija del Comandante entrena ahí. Se rumora que es una prodigio.

En eso Félix arrugó la cara con indignación.

Sol y Luna [LUKANETTE+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora