CAPITULO 14

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Kagami tenía la mente completamente saturada.

Había tenido que movilizarse con rapidez en Sol para evitar que asesinaran al rey Tom y a la reina Sabine, se pasaba agradeciendo al destino el haber encontrado esa nota en la chimenea de la mansión Bourgeois. Estaría en la completa ignorancia de no haber sido así.

Fue al castillo antes que nada y se encontró con su padre, quien con el paso de los años se mantuvo activo hasta ascender a General en jefe, la oriental le debía todo lo que conocía, no podía pedir un padre mejor que el suyo.

Mientras que los demás en la sociedad criticaban la crianza que él le impartía por permitirle entrenar hasta sangrar, Kagami se hacía mucho más fuerte. Ryoga Tsuguri hacía oídos sordos a las críticas, si su hija prefería los ejercicios y las espadas antes de los vestidos y las fiestas de té, él le daría eso. Era la vida de ella y nadie tenía que opinar sobre eso.

El general atendió el llamado de su primogénita y comenzaron rápidamente a bramar órdenes a los hombres de su confianza. Tristemente no podían confiar en nadie.

Primeramente, encerraron a ambos monarcas en el bunker secreto que sólo era conocido por ella y el general.

Inmediatamente habían tenido que hacer un allanamiento al Palacio de Sol en busca de traidores y armas ocultas. Al no hallar nada de eso se alarmaron. Había un cabo suelto que no estaban notando.

- No entiendo cómo puede estar pasando esto - la oriental estaba agobiada.

Ella estaba al mando de un escuadrón de cientos de espías, tendría que hacer una criba por lealtad después de esto. Pero ahora no tenía tiempo para eso. Claude estaba en el muelle preparando todo para zarpar rumbo a Luna. Sabía que el rubio estaba nervioso por lo que podría pasarle a él debido a las acciones de su padre, cosa que también la preocupaba, él es inocente.

Su mayor estrés estaba en Marinette y en lo que podría pasarle, Kagami sabía que era imposible llegar a tiempo para salvarla. Esperaba con todo su corazón que Kim fuera competente en ello y pudiera mantenerla a salvo.

Podrían enviar un ave mensajera como advertencia pero se corría el peligro de que cayera el mensaje en manos enemigas y actuaran más rápido. No podía arriesgarse a ello.

- Por estas cosas es que tenemos trabajo. - le respondió su padre - Lamentablemente la sed de poder de un corrupto siempre va a existir, es un veneno que no tiene cura.

- ¿Veneno? - se preguntó a sí misma la oriental. Pensó en todo lo ocurrido en Luna; desde el envenenamiento en masa de los encarcelados y la intoxicación de los guardias hasta el bandido que se había enfrentado a ella en la bahía y terminó suicidándose mordiendo una pastilla de amoníaco. - ¡Eso es! Padre, manda a traer a los sabuesos.

Media hora después la azabache llevaba dos galgos blancos sostenidos por sus respectivas correas, y no era la única. Gran parte de la guardia se mantuvo con un perro entrenado para éste tipo de ocasiones. Durante la guerra se utilizaron mucho para seguir rastros, buscar algún veneno sospechoso en los carromatos con provisiones y demás tareas que sólo podían realizarse gracias a su olfato.

Kagami se dirijo directamente a la cocina. Si iban a darle veneno a alguien tendría que estar oculto en alguna comida lo suficientemente fuerte en sabor como para no notar la amargura del veneno. Una pequeña parte de ella se aliviaba ya que el rey Tom era inmune por genética a los venenos debido a que el rey Rolland era practicante del mitridatismo, pero eso no salvaba a la reina Sabine.

Sus caninos olfatearon las superficies a lo que ella se mantenía atenta a alguna reacción de éstos.

El personal de la cocina lo tenían detenido por si acaso de ellos salía algún traidor.

Sol y Luna [LUKANETTE+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora