Pasar la noche sin pesadillas fue totalmente grato, pero... ¿Sin veneno? Esa es otra cuestión.
Se estaba asfixiando.
Intentaba respirar pero le era imposible. Abrió los ojos dándose cuenta de que moverse le era difícil, estaba sudando y tenía escalofríos. Con mucho esfuerzo intentó levantarse, pero solamente logró caer de la cama empeorando la situación.
La joven que dormía a su lado se despertó, encontrando a su prometido en el suelo. Inmediatamente se preocupó.
- Luka... ¿Luka que tienes? - se arrodilló a su lado tomando el rostro del hombre, él mientras jadeaba buscando aire que no conseguía.
- E...el fra...frasc-co. - intentó hablar como pudo, le dolía. - En mi...i cuar...arto.
Marinette salió corriendo a la habitación frente a la suya, al entrar divisó que sobre una mesita al lado de la cama estaba un pequeño frasco con lo que parecía ser medicina. El príncipe le había dicho una vez que era alérgico a las nueces ¿Habrá ingerido alguna?
Al llegar nuevamente con el príncipe notó que su piel estaba volviéndose purpura, sus venas hinchadas y sus ojos rojizos, lo que la preocupó. Sin perder más tiempo se volvió a arrodillar a su lado, abrió el frasco y lo vertió en la boca del azabache.
- Vamos Luka, quédate conmigo. - se mordía los labios por la preocupación - Iré por ayuda. - hizo el amago de levantarse pero la mano de su prometido la detuvo, quien negó ligeramente, ya estaba respirando mejor.
Marinette lo miró confundida pero asintió. Se limitó a pasar sus dedos por el cabello del joven mientras éste se concentraba en respirar.
Poco a poco sus espasmos disminuyeron, su piel volvió a la normalidad y su respiración se normalizó. El ojiazul lentamente se reincorporó con la ayuda de su novia y se acostó nuevamente en la cama. Aún no amanecía, debían ser alrededor de las cuatro de la madrugada.
- ¿Qué ha sido eso? - preguntó Marinette con suavidad, acostándose al lado del príncipe.
- Mitridatismo.
La joven abrió los ojos con horror y entendimiento. Él estaba muy loco.
- Te has vuelto dependiente ¿Desde cuándo?
- Desde mis diecisiete. Hace siete años. - comenzó a explicar - Desde pequeño mi abuelo me crió para ser intocable, para ser el mejor guerrero. Obviamente nunca iba a estar en un frente de batalla, pero mi abuelo quiso mantenerme preparado. A los ocho años ya sabía disparar un arma, a los trece maté a alguien por primera vez. Él personalmente me entrenaba, tres horas de combate cuerpo a cuerpo, dos horas en puntería, cuatro horas de estudios, dos horas de trote y cuatro horas de ejercicio. Siempre entrenando, Aveces mi abuelo me golpeaba hasta sangrar o desmayarme, me fracturé en varias ocasiones; él se dio cuenta que estaba listo un día en que le rompí un brazo y derroté a cinco hombres a la vez. Creí que era inmune a todo pero un día llegó un reporte de una baja de al menos trescientos hombres, habían muerto envenenados. Ahí me di cuenta que no importa lo bien que pelee, había una manera de matarme. Leí muchos libros buscando la manera de ser intocable. Y la encontré.
La princesa quedó muda ante su declaración. La musculatura del heredero denotaba que seguía una rutina de ejercicio fuerte, pero nunca pensó que sería capaz de envenenarse a sí mismo.
- Parece que tu abuelo era un hombre estricto. Admito que antes de conocerte pensé que eras un niño mimado que sólo pensaba en sí mismo. - habló la azabache mientras distraídamente acariciaba el cabello de su futuro esposo - Me equivoque, lo siento.
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Sol y Luna [LUKANETTE+18]
Fiksi PenggemarDos reinos en guerra han llegado a un acuerdo. ¿Cuál es el verdadero motivo por el comienzo de la misma? Es un misterio. ¿Y por qué la paz se obtendrá de ésta manera? Lo averiguaran *Historia completamente original. *Los personajes pertenecen a la...