" Mi meta es volverte loca en todos los sentidos... "
Confundir la realidad con un sueño es mortal para los seres humanos...
La psicóloga esta vez no podrá ayudarte con tus problemas...
El sonido del reloj le aviso que su tiempo ha terminado.
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—¿Sucede algo—Pregunto preocupado hacia mi
Seguía tocando sus manos, estaban heladas, al igual que todo mi cuerpo también lo estaba
—¿Tu también lo ves?—Pregunte al sentir la temperatura de su cuerpo
El me miro extraño y se acercó mas a mi
—¿A que te refieres?—Pregunto con sorpresa
—Los sueños o visiones...—Dije soltando sus manos—Algo me persigue pero no es real. No puede ser real.—Mencione
El se enderezó y dijo
—¿Como sabes que no es real?—Pregunto curioso
Intentaste hablar pero las palabras se te atoraban en la garganta, supiste de inmediato que era una crisis nerviosa así que intentaste hacer respiraciones que pudieran ayudarte a calmarla
Escuchabas el eco de la voz de Peter intentando hablarte
—¿Estas bien?—Por fin el sonido había entrado con claridad cuando él te pregunto
Asentiste y respondiste a su pregunta anterior
—Si fuera real se sentiría como tú, a ti te puedo tocar y sentir, aquello solo me debilita pero tú no...—Respondiste en una sonrisa
El te sonrió de vuelta y te dijo
—Debemos comer. Te enseñaré donde lo hacemos...—Mencionó guiándote a una sala enorme en donde se encontraba un gigante comedor blanco y distintos platillos servidos en bandejas
—¿Te gusta algo en especial?—Pregunto hacia ti
Mire todos las bandejas, había distintas comidas, entre ellas lo básico como pescado, arroz, sopa, y lo que más odiaba
Hígado
Hice una mueca de desagrado haciendo reír a un rubio que no me había dado cuenta que estaba alado de mi
—Veo que no te gusta...—Dijo viendo a aquel aberración del diablo
—Toma.—Dijo dándome un plato blanco
Yo lo tome y me serví lo que creí que ese día me ayudaría a conservar un poco de energía, aunque mis manos lastimadas no me permitían del todo la comodidad de poder comer
—¿Puedes hacerlo?—Dijo Peter a mi lado, haciendo que diera un gran salto debido al susto que me dio
Otra vez volvió a reír
—No te rías, me asuste realmente.—Mencione fingiendo enojo
El me dio una cálida sonrisa y tomó mi cuchara para agarrar un poco de mi comida y ponérmela frente a la cara
