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𝟬𝟵🂱 𝙎𝙃𝙀 𝙃𝘼𝙎 𝙏𝙃𝙀 𝙋𝙊𝙒𝙀𝙍...

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—Hoy vamos a jugar un juego.—Dijo Brenner mientras hacía un círculo al rededor de él.

—Las reglas del juego son muy simples. Quédense en el circulo, si salen del círculo pierden.—Dijo terminando el primer círculo.

Avanzó unos pasos desde el primer círculo y comenzó a hacer otro.

—La ultima persona que quede en su circulo tendrá una hora extra de tiempo libre en la sala arcoíris.—Todos los pequeños presentes sonrieron entre sí, al parecer estando de acuerdo con lo que Brenner decía, a excepción de once.

—Ahora. A pesar de que vamos a competir unos contra otros.— Hizo una señal hacia mi y Peter, los cuales deberíamos vendar los ojos de los niños.

—Dos, Seis. Quiero que hagan esto tal como harían cualquier otra prueba, ¿Si?.—Mis manos ya estaban posicionando la venda en los ojos de uno de los mencionados mientras que la de Peter también hacían lo mismo.

—Ahora, esto es importante, si dejan que el enojo o la emoción invada en su mente... Fallarán... Lo prometo.—Miro a once.

—¿Entendido?—Pregunto a los niños.—Si papá.—Contestaron ellos.

—Empiecen.—Anunció Brenner.

Los dos adolescentes comenzaron a utilizar sus poderes entre ellos, al principio se veía resistencia por parte de ambos pero el fuerte golpe de número seis sorprendió a los presentes.

—Muy bien dos.—Felicito Brenner.—Número seis, por favor siéntate junto a la puerta.—Le dijo.

El chico obedeció y se sentó en donde Brenner le había indicado.

Y así pasaron los demás niños, en todos iba ganando número dos, me sorprendía que nadie podía hacerle competencia, ya que al parecer tenía bastante confianza en si mismo.

En la libreta que tenía iba anotando cada una de las reacciones de los niños, un suave toque en mi hombro me hizo sobresaltar, voltee y era Adrián.

Le sonreí y el hizo lo mismo.

—¿Están bien?—Murmuro bajo mientras señalaba las vendas en mis manos.

Asentí suavemente y seguí escribiendo, noté que su miraba seguía plasmada en mi, algo que de cierta manera me causaba ansiedad.

Peter estaba al otro extremo, mirándonos de reojo y al parecer bastante rígido, sonreí al verlo, se veía como niño pequeño.

Una dura mirada me dedico en cuanto noto que estaba sonriendo, ya que había olvidado por completo que Adrián estaba alado mío hablando de sabe que.

Me había distraído tanto que no me había dado cuenta que número dos había por fin perdido, voltee hacia quien le había ganado y se trataba de once, la cual parecía asustada y sorprendida de sí misma, papá la felicito y todos los presentes salimos de ahí.

s︎ʍ︎ı̣ɯ | 001Donde viven las historias. Descúbrelo ahora