" Mi meta es volverte loca en todos los sentidos... "
Confundir la realidad con un sueño es mortal para los seres humanos...
La psicóloga esta vez no podrá ayudarte con tus problemas...
El sonido del reloj le aviso que su tiempo ha terminado.
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Desperté confundida, las alarmas de mi mente por fin habían parado, al parecer ahora si estaba en el mundo real, ya que no había el sonido de reloj y mucho menos una sombra siguiéndome.
Me levante e hice lo básico, bañarme, ponerme mi uniforme y lavarme los dientes.
La noche anterior me golpeó en la mente y sonreí ante el recuerdo de Peter, caminé hacia los pasillos esperando verlo.
Entre a la sala arcoíris y el me sonrió.
—Dormiste bastante.—Dijo en una hermosa sonrisa
Yo reí ante eso, mire a mi alrededor y estaban todos los niños, al parecer si había dormido mucho.
La puerta se abrió llamando la atención de ambos, Once caminaba a paso calmado, Peter se acercó a ella.
—Vaya vaya. Alguien al fin decidió acompañarnos.—Se acercó a ella serenamente
—Te quedaste dormida esta mañana.—Dijo
—Lo lamentó. ¿Estoy en problemas?—Contesto ella con preocupación
Sonreí ante su ternura.
—¿En problemas? No... ¿Por que crees eso? Solo te pierdes la diversión. El entrenamiento ya va a iniciar—Dijo tranquilamente
—Okey.—Contestó ella mirando el suelo con tristeza
Me acerque a ambos y me puse a la altura de Once, toque su hombro y ella me miro
—Oye...No tienes porque estar nerviosa.—Dije dando ánimos
—Te irá muy bien hoy...Estoy seguro—Completo Peter, a lo que yo asentí y le dedique una sonrisa.
La puerta se abrió dejándonos ver al Doctor Brenner, los niños rápidamente se formaron en dos filas y lo saludaron.
Dio unas indicaciones y a todos los llevaron a la sala de práctica, iba a salir atrás de ellos pero la mano de Peter me detuvo.
Iba a preguntar si sucedía algo pero sus dulces labios se pegaron a los míos, sonreí entre el beso.
—Extrañaba besarte...—Confesó
—Yo también extrañe besarte...—Dije tomando su cuerpo para abrazarlo
Al parecer se sorprendió ya que sus brazos tardaron en corresponderme el abrazo
—Vamos.—Dijo tomándome la mano y llevándome a la sala de práctica
