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11 de Junio de 2022

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11 de Junio de 2022

Deslizó sus brazos sobre la superficie del pupitre de clase cuando, por fin, escuchó la campana final sonar; la última del día. Por fin podría irse a casa y olvidarse de la cara de los profesores, de sus compañeros adormilados y del sueño que le recorría a ella misma durante las clases de Historia o Economía durante un par de días. Los viernes eran esa especie de suspiro de esperanza, aunque pasaban tan rápido como los sábados y, peor aún, los domingos.

Aquella tarde Minah y ella quedaron en un parque, uno en el que, en el mes de abril, Dallia había visto muchos cerezos florecer

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Aquella tarde Minah y ella quedaron en un parque, uno en el que, en el mes de abril, Dallia había visto muchos cerezos florecer. El día uno de ese mes, con mucha exactitud, el hanahaki atentó contra ella por primera vez, haciendo que cada vez que los mirara quisiera evitarlos a toda costa. Y no era ningún secreto, ahora les tenía rechazo, pero le seguían pareciendo hermosos.

Su amiga pelinegra y ella miraban al cielo sentadas cada una en un columpio del parque. Como ya era casi de noche, eran escasos los niños que se divertían por allí. Dallia miró su reloj de mano y vio que eran prácticamente las nueve de la noche, entendiendo entonces que empezara a oscurecer.

—Dallia —la llamó la chica, captando su atención. Cuando la miró, vio que seguía observando al frente. A los árboles—. ¿Alguna vez has pensado en viajar a Japón?
—Antes de todo esto, claro. —suspiró—. Pero ahora... no sé. Siento que tengo un pequeño rencor hacia ese lugar. Hacia todo lo japonés.
—Porque Ni-ki es japonés.
—Claro.

Minah se encogió de hombros, como diciendo "es normal". Entonces Dallia siguió observando sus acciones y la vio agarrar su teléfono tras ver que la pantalla se encendía. Una notificación había aparecido en esta, o eso alcanzó a ver la más pequeña desde su posición.

—Me tengo que ir. Mi padre me llama para cenar y mi hermana está muy pesada con algo de su nuevo novio. —rodó los ojos—. La detesto, es la típica adolescente chillona. Pero bueno, es mi hermana.

Dallia rio ante las palabras de Minah y el tono que usaba. Estaba tan acostumbrada a eso que no se le hacía raro que criticara a su familia, especialmente a su padre y a su hermana. De hecho, solía criticarlos de manera mucho más fría a como lo hizo ese día, y a juzgar por lo que contaba, tenía sus razones.

𝐇𝐀𝐍𝐀𝐇𝐀𝐊𝐈 | Ni-ki & Sunghoon ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora